Astatotilapia burtoni es un pez que habita en el lago Tanganyika y sus aguas circundantes. Pertenece a la familia Cichlidae y está ampliamente distribuido en Burundi, Ruanda, Tanzania y Zambia. El entorno ecológico de estos peces incluye hábitats naturales como ríos, pantanos y lagos de agua dulce. Debido a su estatus taxonómico especial, A. burtoni también se ha convertido en un organismo modelo para estudiar los sistemas fisiológicos y de comportamiento de los cíclidos, especialmente su desarrollo y desarrollo embrionario. Este pez es una especie haploide única que está estrechamente relacionada con la diversidad del lago Victoria y el lago Malawi.
Los peces machos de Astatotilapia burtoni tienen dos fenotipos reversibles. Estos machos pueden cambiar rápidamente entre estados territoriales y no territoriales cuando cambian las circunstancias sociales. Los machos territoriales tienen colores brillantes y un comportamiento agresivo para defender su territorio y cortejar a las hembras. Los machos no territoriales son similares a las hembras, carecen del comportamiento de cortejo y sus órganos reproductores se han degenerado debido a la influencia de las hormonas.
Influencias hormonalesEstos cambios en los roles sociales pueden conducir a cambios en el cerebro y el sistema reproductivo, y el cambio en la identidad social no sólo afecta el comportamiento sino que también cambia su estado fisiológico.
Según varios estudios, la hormona del estrés, el cortisol, juega un papel importante en el cambio de estatus social. Cuando se enfrentan al estrés crónico, los peces machos experimentan supresión reproductiva ya que el cuerpo prioriza afrontar el factor estresante en lugar de dirigir la energía metabólica hacia objetivos reproductivos a largo plazo. Los machos territoriales y no territoriales difieren significativamente en las concentraciones plasmáticas de testosterona y 11-cetotestosterona, y los cambios en estas hormonas están estrechamente relacionados con sus fenotipos sociales.
Los machos territoriales mostraron niveles significativamente más altos de estos andrógenos, mientras que los machos no territoriales mostraron lo contrario.
Los cambios en los roles sociales de los machos también están influenciados por las hembras que los rodean. Los peces hembra pueden pasar de un entorno social a otro dependiendo de su estado reproductivo, un proceso que está ligado a las hembras que los rodean. Los estudios han demostrado que las hembras tienen múltiples preferencias de apareamiento que cambian a medida que cambia su estado reproductivo. Cuando las hembras llevan huevos, prefieren estar con machos territoriales, pero cuando no tienen huevos, no tienen ninguna preferencia obvia.
Astatotilapia burtoni es una especie performativa y los machos realizan exhibiciones territoriales para atraer a las hembras. Las investigaciones muestran que el color de la aleta dorsal de un pez macho es crucial para atraer a las hembras. Los machos exhiben sus cuerpos lateralmente y sacuden sus cuerpos para atraer la atención de las hembras y liberan feromonas para estimular la ovulación femenina.
Una vez que la hembra está lista para poner huevos, el macho la guía hasta el lugar de puesta y repite el acto de inseminación.
Después de poner los huevos, la hembra los recoge en su boca y los incuba, un comportamiento llamado incubación bucal. La experiencia demuestra que demasiado ruido puede tener un impacto negativo en el comportamiento reproductivo oral, provocando que las hembras no puedan proteger de forma segura a sus cachorros e incluso canibalicen sus huevos.
La mayoría de los animales utilizan la comunicación multimodal y Astatotilapia burtoni es particularmente buena en esto. El proceso de cortejo de estos peces no se basa únicamente en señales visuales, sino también en la transmisión de señales sonoras. Los estudios han demostrado que los machos territoriales realizan llamados específicos para atraer a las hembras, y las características de estos llamados están vinculadas a sus movimientos corporales.
Los sonidos que emiten los machos no sólo tienen como objetivo atraer a las hembras, sino que también están estrechamente relacionados con sus ciclos reproductivos y pueden verse afectados por los niveles hormonales.
En un entorno de ruido submarino, el comportamiento de cortejo de los machos y la forma en que producen sonidos también se ven afectados, y tales cambios pueden reducir la percepción de las voces masculinas por parte de las hembras. El comportamiento de estos peces no sólo refleja la complejidad de la estructura social, sino que también revela cómo las hormonas juegan un papel decisivo en este proceso.
El comportamiento de Astatotilapia burtoni y el papel de las hormonas en su estatus social nos hacen repensar cómo los animales sociales responden a los cambios ambientales y estructurales, y ¿qué podemos aprender de estas criaturas?