En el lago Tanganica y sus aguas circundantes, el comportamiento de cortejo de Astatotilapia burtoni demuestra la maravillosa adaptabilidad de los peces ante los cambios en el entorno social. Este cíclido africano no sólo proporciona un ecosistema único en el que estudiar la etología, sino que también revela la diversidad y complejidad de las estrategias reproductivas. Al comprender su comportamiento de cortejo, podemos aprender más sobre cómo los organismos sobreviven y prosperan en un entorno altamente competitivo.
Los machos de A. burtoni muestran dos fenotipos reversibles, mediante los cuales pueden cambiar rápidamente entre comportamiento territorial y no territorial dependiendo de su entorno social. Los machos territoriales tienen colores brillantes y comportamientos agresivos para proteger su territorio y se reproducen activamente con las hembras; los machos no territoriales muestran colores similares a las hembras, carecen de iniciativa para perseguir a las hembras y tienen una inhibición reproductiva limitada.
Este cambio entre roles sociales tiene consecuencias para el cerebro y el sistema reproductivo masculino, lo que significa que el entorno social afecta no sólo el comportamiento sino también la fisiología.
La hormona del estrés cortisol puede desempeñar un papel importante en los cambios de estatus social, ya que puede alterar las prioridades biológicas de los cíclidos, sugiere una investigación. Bajo estrés sostenido, la capacidad reproductiva masculina puede disminuir a medida que la energía corporal se utiliza para afrontar el factor estresante en lugar de objetivos reproductivos a largo plazo. Estudios relevantes han señalado que los machos territoriales tienen concentraciones plasmáticas más altas de testosterona y 11-cetotestosterona que los machos no territoriales.
A. burtoni es una especie que trata las exhibiciones de cortejo como "actuaciones de banda". Los machos atraen a las hembras a través de la rica coloración de sus aletas dorsales, hacen vibrar sus cuerpos para atraer la atención de la hembra y luego les envían feromonas no identificadas para promover la ovulación. Esta serie de comportamientos de cortejo culmina cuando la hembra picotea el huevo de la aleta anal del macho y se completa la fertilización. Este comportamiento demuestra la sofisticación del proceso de cortejo.
Una vez que la hembra ha completado el desove, criará a las crías en su boca, y la "cría oral" tiene un impacto significativo en su fisiología y ciclo reproductivo.
El comportamiento de cortejo de A. burtoni también implica el uso de señales acústicas. Los estudios han demostrado que los machos emiten sonidos específicos como señales de apareamiento que parecen usarse deliberadamente para atraer la atención de las hembras. Cuando los machos vibran, van acompañados de sonidos, lo que hace que las señales acústicas formen parte del proceso de cortejo.
Este hallazgo resalta la importancia de las señales acústicas en las interacciones bajo el agua, particularmente porque la percepción auditiva de los machos se ve afectada por cambios en los niveles hormonales durante los diferentes ciclos de reproducción.
Los machos de A. burtoni exhiben señales vocales más fuertes durante la temporada de reproducción, lo que está estrechamente relacionado con su ciclo reproductivo. Los cambios en el comportamiento de cortejo de los machos cuando hay ruido excesivo en su entorno muestran el impacto del ruido en sus estrategias reproductivas. Investigaciones adicionales demostraron que el ruido no sólo cambia el momento del cortejo masculino, sino que también puede reducir la posibilidad de que las hembras escuchen las señales de cortejo.
Estas respuestas conductuales y fisiológicas forman una red compleja en la ecología reproductiva de Astatotilapia burtoni, destacando la profunda influencia del entorno social en las estrategias reproductivas. ¿Has pensado alguna vez en lo que estos patrones de cortejo y reproducción en el mundo submarino pueden enseñarnos sobre biología?