La fractura cervical, comúnmente conocida como "fractura de cuello", implica la fractura de las siete vértebras del cuello. Las causas más comunes de estas fracturas incluyen los accidentes de tráfico y el buceo en aguas poco profundas. El movimiento anormal de los huesos o fragmentos de huesos en el cuello puede causar daño a la médula espinal, lo que resulta en pérdida de sensibilidad, parálisis e incluso muerte rápida, generalmente debido a daños en el suministro de nervios, lo que impide que los músculos respiratorios funcionen correctamente e interfiere con la suministro de nervios al corazón.
Causas de las fracturas cervicalesLas fracturas cervicales generalmente requieren una fuerza considerable. Los accidentes de tráfico y las caídas son causas comunes. Una torcedura severa del cuello o un golpe fuerte en el cuello también pueden causar una fractura cervical. Si bien el trauma de alta energía suele asociarse con personas más jóvenes, el trauma de baja energía es más común en adultos mayores. En un estudio de Noruega, se identificaron las caídas como la causa más común y la incidencia de fracturas de la columna cervical aumentó significativamente con la edad. Los deportes que implican un contacto intenso, como el fútbol americano, el fútbol (especialmente el juego de portero), el hockey sobre hielo, el rugby y la lucha libre, también conllevan riesgo de fracturas cervicales.
Las fracturas cervicales también pueden ocurrir en ciertos deportes sin contacto, como la gimnasia, el esquí, el buceo, el surf y las carreras de motos.
La historia clínica y el examen físico pueden ser suficientes para descartar una fractura de la columna cervical. El análisis predictivo utilizando la Regla Canadiense de la Columna Cervical o el Estudio Nacional de Utilización de Rayos X Agudos (NEXUS) se puede utilizar para determinar qué pacientes requieren imágenes médicas adicionales.
En el caso de los niños, la tomografía computarizada está indicada en casos más graves, como déficits neurológicos, mientras que para afecciones más leves, las radiografías son más apropiadas. Las directrices suecas favorecen el uso de la TC para todos los niños mayores de cinco años, mientras que las directrices del Reino Unido son similares para los niños de 1 a 5 años. Para los adultos, las pautas estadounidenses recomiendan el uso de la TC en todas las situaciones en las que se necesitan imágenes médicas, y las radiografías solo son aceptables cuando la TC no está fácilmente disponible.
Clasificación de las fracturas cervicalesExisten muchos tipos diferentes de fracturas cervicales, entre ellas la fractura de C1 (fractura de Jefferson), la fractura de C2 (fractura del verdugo) y la fractura en lágrima flexible.
La inmovilización completa de la cabeza y el cuello debe realizarse lo antes posible antes de mover al paciente. Este proceso debe continuar hasta que se confirme el movimiento seguro de la cabeza y el cuello. Si hay un traumatismo craneoencefálico grave, se debe asumir una fractura cervical y se debe realizar la inmovilización necesaria para reducir o prevenir lesiones adicionales en la médula espinal. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina o el ibuprofeno, están contraindicados porque pueden interferir con la curación ósea.
Las fracturas menores se pueden inmovilizar con un collarín cervical y generalmente no requieren tracción ni cirugía. Los collarines cervicales blandos son más flexibles y pueden utilizarse para tratar lesiones menores o cuando el cuello ya está estable durante el tratamiento, aunque existe el riesgo de que se produzcan más lesiones cuando se utilizan en personas mayores.
La tracción se puede realizar con pesas libres o con una diadema. El collarín es el dispositivo de inmovilización cervical más rígido que se utiliza para restringir el movimiento en fracturas cervicales inestables y brindar apoyo durante las 8 a 12 semanas necesarias para la curación de la columna cervical.
Necesidad de cirugíaEn algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para estabilizar el cuello y aliviar la presión sobre la médula espinal. La elección de la cirugía variará según el tipo de lesión y en algunos casos puede ser necesario extraer el disco dañado para aliviar la presión sobre la médula espinal.
El médico y cirujano árabe Ibn al-Kuf describió el tratamiento oral de las fracturas cervicales en su libro Los fundamentos de la cirugía.
Con el desarrollo de la tecnología médica, el tratamiento de las fracturas cervicales continúa adaptándose a nuevas tecnologías y métodos. Esto ayudará a que más pacientes recuperen su salud, sin embargo, aún tenemos que pensar en una pregunta: ¿cómo prevenir eficazmente lesiones deportivas tan graves?