Cada año, un gran número de entusiastas del deporte sufren lesiones mientras participan en actividades deportivas, y la fractura cervical es una de las lesiones graves. Los expertos médicos señalan que las fracturas cervicales suelen producirse en algunos deportes de alto impacto y contacto. Analicemos estas actividades deportivas peligrosas y sus posibles riesgos.
Causas de las fracturas cervicalesUna fractura cervical, también conocida como cuello roto, generalmente requiere una fuerza considerable para producirse. Estas lesiones son comunes en accidentes de tráfico y caídas accidentales. Una torsión severa del cuello o un impacto fuerte también pueden provocar fracturas cervicales. Según una nueva investigación, el trauma de alta energía es más común entre las personas más jóvenes, mientras que el trauma de baja energía es más frecuente entre las personas mayores.
En muchas actividades deportivas, el cambio de peso corporal o una colisión violenta pueden provocar lesiones en la columna cervical.
Muchos deportes de contacto, como el fútbol americano, el fútbol (especialmente el de portero), el hockey sobre hielo, el rugby y la lucha libre conllevan un mayor riesgo de fracturas cervicales. Por ejemplo, la conducta de “rematar” en el fútbol americano puede provocar lesiones en la columna cervical. Del mismo modo, existe riesgo de fracturas cervicales en deportes sin contacto como la gimnasia, el esquí, el buceo, el surf y el ciclismo de montaña.
Análisis de casos especialesNo sólo los deportes en general, sino también ciertos traumatismos de cuello de tipo punzante, como los producidos al ahorcarse, pueden provocar fracturas de las vértebras cervicales. En estos casos, la muerte suele producirse en cuestión de minutos debido a que la fuerza aplicada destruye la estructura de la columna cervical.
Si se sospecha una fractura cervical, su médico tomará una historia clínica detallada y le realizará un examen físico. Las reglas de predicción comúnmente utilizadas que pueden ayudar a determinar la necesidad de imágenes médicas incluyen la Regla Canadiense de la Columna Cervical y el estudio NEXUS. Para niños y adultos, los métodos de diagnóstico por imágenes más utilizados incluyen tomografías computarizadas y radiografías, entre las cuales las tomografías computarizadas son más adecuadas cuando se requieren diagnósticos más serios.
Los exámenes de imágenes oportunos pueden detectar anomalías estructurales de la columna cervical de forma temprana y evitar daños mayores.
Cuando la oportunidad lo permite, la inmovilización temprana y completa es fundamental para los pacientes con fracturas de la columna cervical. Este proceso implica principalmente el uso de un collarín cervical para inmovilizar y evitar mayores daños a la médula espinal. Algunos pacientes pueden necesitar medicamentos para controlar el dolor y fisioterapia a largo plazo para ayudar a recuperar la fuerza de los músculos del cuello.
En el caso de fracturas cervicales menores, se puede utilizar un collarín cervical para su fijación. También se pueden utilizar soportes más rígidos, como el soporte SOMI y el soporte Minerva, para proporcionar estabilidad adicional. El uso de estos dispositivos auxiliares reduce eficazmente el impacto adicional sobre la columna durante el ejercicio.
Accidentes y seguridad deportivaEn ciertos casos, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico con limpieza dental para abordar la compresión de la médula espinal.
Las lesiones accidentales son omnipresentes en la vida, pero a través de la educación y las medidas de prevención adecuadas, podemos reducir significativamente el riesgo de lesiones accidentales durante los deportes. Para los deportistas, reconocer las características y los riesgos potenciales de sus propios deportes es el primer paso para evitar lesiones.