Con el progreso de la reforma económica de China, el país ha logrado una enorme transformación de una economía planificada a una economía de mercado en sólo unas pocas décadas. A partir de 1978, bajo el liderazgo de reformistas encabezados por Deng Xiaoping, China empezó a adoptar una serie de reformas orientadas al mercado que remodelaron la estructura económica del país y desencadenaron un crecimiento asombroso. Sin embargo, este viaje de transformación está lleno de desafíos e innumerables dificultades.
"La reforma y la apertura son un enorme experimento que debe explorarse en la práctica con cuidado".
En los primeros días de la reforma, China enfrentó dificultades económicas causadas por las numerosas restricciones de la era de Mao Zedong. En respuesta a esto, Deng Xiaoping propuso la idea de las "Cuatro Modernizaciones" en 1978, una política que sentó las bases para el desarrollo de la agricultura, la industria, la defensa nacional y la ciencia y la tecnología. Mediante reformas graduales orientadas al mercado, China ha abierto su economía planificada y ha comenzado a dar la bienvenida a empresas privadas e inversión extranjera.
Antes de las reformas, la economía china estaba dominada por la propiedad estatal y la planificación central. Entre 1900 y 1973, la tasa media de crecimiento del PIB real de China fue de sólo el 2,9%, muy por detrás del desarrollo de países vecinos como Japón y Corea del Sur. Después de la muerte de Mao Zedong, los principales dirigentes del Partido Comunista Chino se dieron cuenta de que tenían que abandonar las políticas económicas planificadas del pasado y avanzar hacia una economía de mercado más libre para reactivar la economía. Los objetivos de reforma de Deng Xiaoping incluían la descolectivización de la agricultura y la mercantilización de las empresas estatales.
"En el proceso de reforma, los innumerables experimentos locales y las consecuencias de la reforma financiera reflejan la importancia del ensayo y error".
Ante la escasez de productos básicos que necesitaba el mercado, el gobierno optó por introducir mecanismos de mercado y anunció la "política de apertura" en 1978, buscando la entrada de capital extranjero y estableciendo zonas económicas especiales. El éxito de estas áreas se convirtió en un modelo para promover reformas a nivel nacional.
"La modernización de las empresas requiere no sólo libertad de mercado, sino también una gestión y supervisión gubernamentales eficaces."
Si bien la reforma ha logrado resultados notables, también enfrenta una serie de desafíos. La privatización masiva de la década de 1990 condujo al crecimiento económico, pero también aumentó la desigualdad social. Nuevos remanentes europeosDespués de la crisis financiera de principios de la década de 2000, los gobiernos tuvieron que reexaminar y revisar sus políticas económicas. Por un lado, las empresas estatales se enfrentan a enormes problemas de desperdicio y pérdidas. Por otro lado, el ascenso gradual de la economía privada ha traído más oportunidades de mercado y competencia, pero este proceso está acompañado de inestabilidad social y la expansión de la contradicciones.
"La fuente de la vitalidad económica reside en la libertad del mercado, no en el monopolio de las instituciones".
En los últimos días, bajo el liderazgo de Xi Jinping, China ha intensificado sus esfuerzos para reformar su economía, especialmente en la apertura de su sistema financiero y de sus mercados. Sin embargo, al mismo tiempo, las empresas estatales todavía desempeñan un papel vital en la economía de China, lo que hace que la intervención y orientación del mercado por parte de varias partes sea el foco de discusión.
Aunque las medidas de reforma se están implementando gradualmente, el control del gobierno sobre el crecimiento económico no se ha relajado. A medida que aumentan las relaciones comerciales exteriores y el impacto de la globalización, China debe equilibrar las demandas internas y externas. Si desea seguir siendo competitiva en la economía global, al tiempo que enfrenta desafíos como el envejecimiento de la población y las presiones ambientales, ¿puede seguir promoviendo reformas? ¿Sin esto repetiremos los errores del pasado?
En este contexto, el futuro desarrollo económico de China enfrentará momentos más críticos de exploración y elección, lo que nos hace preguntarnos: bajo la apariencia de un desarrollo rápido, ¿hacia dónde se dirigirá la transformación económica de China?