Desde 1978, el desarrollo económico de China puede denominarse el "milagro económico chino", y la fuerza impulsora detrás de esto es, sin duda, Deng Xiaoping. Se le conoce como el "arquitecto principal" de este importante cambio. Bajo su dirección, China ha llevado a cabo una serie de profundas reformas económicas y ha creado un modelo de "economía de mercado socialista". Estas reformas han permitido que la economía de China florezca rápidamente. El crecimiento durante el año finalmente llevó a China a convertirse en la segunda economía más grande del mundo.
"El futuro de un país reside en la vitalidad y la libertad de sus mercados."
Las reformas de Deng Xiaoping comenzaron en 1978 en el contexto de la larga crisis económica de China bajo las políticas maoístas. Especialmente durante el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, el crecimiento económico de China casi se estancó, el desarrollo agrícola e industrial fue suprimido y los niveles de vida se desplomaron. Por lo tanto, después de tomar el poder, Deng Xiaoping ya no se adhirió a las políticas extremas de Mao Zedong, sino que propuso reformas y apertura, que marcaron el comienzo de la liberación de la economía de China.
"La reforma y la apertura son un experimento, y los experimentos no se pueden lograr de la noche a la mañana."
La reforma económica de China se puede dividir en dos etapas principales: la reforma inicial de la agricultura y las empresas municipales, y la posterior reforma de las empresas estatales y el establecimiento de un sistema de economía de mercado. En la primera etapa, Deng Xiaoping promovió la descolectivización de la agricultura e implementó el sistema de responsabilidad contractual de los hogares, que permitió a los agricultores controlar de forma privada la producción y aumentar significativamente la producción agrícola, sentando las bases para el desarrollo económico posterior.
En la década de 1980, el gobierno comenzó a abrir el país para atraer inversión extranjera y establecer zonas económicas especiales, siendo Shenzhen el ejemplo más destacado. Estas políticas no sólo absorbieron capital y tecnología extranjeros, sino que también cambiaron la estructura económica de China.
En comparación con las reformas "de arriba hacia abajo" de la Unión Soviética, el estilo de liderazgo de Deng Xiaoping adoptó un modelo "de abajo hacia arriba", que permite a los funcionarios locales realizar experimentos económicos basados en las condiciones locales reales y promover gradualmente prácticas exitosas, lo que se considera. ser un factor importante en el éxito de la transformación económica de China.
Aunque la reforma ha logrado resultados notables, el proceso de reforma encontró importantes reveses después del Incidente de Tiananmen en 1989. La contradicción entre las expectativas internas y externas de flexibilización política y la evaluación de la efectividad de las reformas económicas obligó a Deng Xiaoping y sus partidarios a resistirse a una mayor liberalización política. Durante estos tiempos difíciles, Deng siempre se adhirió a la línea de la reforma económica, y sus discursos durante su gira por el sur marcaron nuevamente el tono para la recuperación económica de China.
"Nuestras reformas deben continuar y no pueden retroceder."
Con nuevas reformas en la década de 1990, China se unió a la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que marcó el comienzo de la verdadera integración de China en el sistema económico global. Las ideas reformistas de Deng Xiaoping durante su vida influyeron en sus sucesores, permitiendo que el crecimiento económico de China se mantuviera en dos dígitos en la década de 2000.
Si bien el rápido crecimiento económico ha generado prosperidad poblacional, también han surgido problemas sociales y ambientales. Estos desafíos requieren una mayor respuesta y mejora por parte de los gobiernos posteriores. A diferencia de la política abierta de Deng Xiaoping, la nueva generación de líderes enfrenta incertidumbre económica global, lo que hace que la planificación de la futura ruta de reforma sea un gran desafío.
El éxito de las reformas económicas de Deng Xiaoping colocó a China en un camino de rápido desarrollo. Su sabiduría residió en comprender que las reformas deben adaptarse a las condiciones locales basándose en las condiciones reales, lo que proporcionó una experiencia valiosa para otros países. Sin embargo, a medida que cambie el entorno nacional e internacional, ¿cómo responderá el desarrollo futuro de China a los desafíos y continuará el éxito de las reformas?