Desde finales de 1978, China ha experimentado un feroz proceso de reforma y apertura económica, transformándose rápidamente de un país económicamente atrasado a la segunda economía más grande del mundo. Esta serie de cambios se llama "reforma y apertura". Detrás de este proceso está la máxima dirección del partido y la experimentación de diversas políticas económicas. También está profundamente afectado por el entorno internacional y las tendencias internas.
"La reforma y la apertura son experimentos a gran escala que requieren una exploración práctica exhaustiva en lugar de simplemente confiar en el conocimiento de los libros de texto."
Después de la muerte de Mao Zedong en 1976, toda la economía china enfrentó graves desafíos. Las desastrosas condiciones económicas resultantes de políticas masivas fallidas como el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural obligaron al Partido Comunista Chino (PCC) a repensar sus políticas. El futuro líder Deng Xiaoping se dio cuenta de que eran necesarias reformas fundamentales basadas en principios económicos de mercado para deshacerse de la pobreza y la estanflación. En 1978, Deng Xiaoping lanzó el proyecto "Cuatro Modernizaciones". Estas políticas se centraron en la modernización de la agricultura, la industria, la defensa nacional y la ciencia y la tecnología.
La primera fase de la reforma comenzó de 1978 a 1984 y se centró en la descolectivización de la agricultura y la introducción de inversión extranjera. El gobierno comenzó a implementar el sistema de responsabilidad familiar, que permitía a los agricultores administrar sus propias tierras de forma independiente, una medida que condujo a un crecimiento constante de la producción agrícola en tan solo unos pocos años.
"La implementación del sistema de contratos domésticos aumentó la producción agrícola en un 25% entre 1975 y 1985."
Con el avance de la reforma agrícola, la reforma industrial urbana ha comenzado gradualmente. Se ha dado mayor autonomía operativa a las empresas estatales y se han liberalizado gradualmente los precios de mercado, lo que ha promovido la recuperación general de la economía. En 1984, China comenzó la construcción de ciudades costeras abiertas, y estas zonas económicas especiales se convirtieron rápidamente en una importante plataforma para la introducción de inversión y tecnología extranjeras.
Sin embargo, con el avance de la reforma financiera y la introducción de mecanismos de mercado, el modelo económico planificado tradicional se ha topado con grandes desafíos. De 1988 a 1989, esta reforma experimentó un estancamiento temporal. Al mismo tiempo, el incidente de Tiananmen interrumpió el ritmo de la reforma. Sin embargo, la gira de Deng Xiaoping por el sur en 1992 reafirmó su determinación de eliminar los obstáculos a las reformas y promover la recuperación económica.
"Southern Talk enfatizó la importancia de la reforma y reavivó la chispa del crecimiento económico."
En el siglo XXI, la economía de China se ha acelerado aún más. Especialmente después de unirse a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, las actividades comerciales de China han crecido rápidamente y se ha convertido en uno de los mayores exportadores del mundo. La tasa promedio de crecimiento anual del PIB de China llega al 9,5%, reemplazando gradualmente a Japón como la economía más grande de Asia y superando a Estados Unidos en 2016 para convertirse en la economía más grande del mundo.
"Hasta cierto punto, el rápido desarrollo económico de China se basa en la doble apertura de la utilización efectiva del capital y la tecnología extranjeros."
Sin embargo, frente al rápido crecimiento, la economía de China también ha expuesto muchas contradicciones. Cuestiones como la desigualdad de ingresos, la contaminación ambiental y los riesgos financieros se han vuelto cada vez más prominentes. Desde 2012, bajo el liderazgo de Xi Jinping, China ha comenzado a enfatizar nuevos conceptos de desarrollo, defender el desarrollo sostenible y esforzarse por lograr un modelo económico de construcción e intercambio conjuntos.
"La posición dominante del mercado debe combinarse con el apoyo gubernamental adecuado para garantizar el funcionamiento saludable de la economía."
En el futuro, la economía de China aún necesita encontrar un camino de desarrollo sostenible y eficiente frente a las tendencias de globalización, el desarrollo tecnológico y los desafíos internos. A medida que las reformas orientadas al mercado continúan profundizándose, ¿podrá China lograr un equilibrio entre un rápido crecimiento económico y la estabilidad social? Esto no sólo afectará el desarrollo interno, sino que también remodelará el panorama económico global.