La construcción del túnel Atal marca la realización de un sueño largamente acariciado, que no sólo mejorará el transporte sino que también llevará el potencial turístico de Lahaul y el valle de Spiti a nuevas alturas.
El túnel Atal está diseñado para facilitar los viajes, acortando el trayecto de Manali a Keelung a aproximadamente 2 horas, mejorando significativamente la eficiencia del viaje y reduciendo la congestión del tráfico y la paralización de las carreteras. El túnel alcanza una elevación máxima de 3.100 metros, lo que lo convierte en un hito del transporte en el Himalaya.
La idea del Túnel Atal se remonta al siglo XIX, cuando los misioneros moravos mencionaron la posibilidad de construir un túnel a través del Paso de Roatán. A principios del siglo XX se volvió a proponer la idea de construir túneles. John Bicknell Oden, del Servicio Geológico de la India, fue el primero en concebir el plan en 1942 y, de hecho, sentó las bases para la construcción del túnel.
Después de décadas de duro trabajo y lucha, el túnel finalmente se convirtió en una realidad, resultado de una combinación de voluntad nacional y necesidades locales.
En 2000, el entonces primer ministro Atal Bihari Vajpayee impulsó el proyecto y en 2002 se creó la Organización de Carreteras Fronterizas (BRO) para supervisarlo. Desde entonces, la construcción del túnel ha experimentado altibajos bajo diferentes gobiernos y el progreso ha sido lento.
La construcción del túnel Yatar no fue un proceso fácil y el proyecto enfrentó numerosos desafíos durante su construcción. Uno de los desafíos más difíciles fue cómo seguir cavando durante el duro invierno. Hay hasta 46 sitios potenciales de avalancha, lo que obliga a los equipos de construcción a proceder con cautela. La construcción de túneles se enfrenta a una serie de problemas como la inestabilidad de la roca, la constante infiltración de agua y la falta de oxígeno debido a la altitud.
Durante el invierno de 2010, la zona de construcción quedó casi completamente cerrada por la nieve, lo que dificultó los trabajos de excavación.
Con el tiempo, el presupuesto para la construcción del túnel ha crecido de un valor inicial de 50 mil millones de rupias a 320 mil millones de rupias. Esto ha llevado a que se preste gran atención a su rentabilidad en comparación con otras infraestructuras. Al mismo tiempo, el impacto que tiene el aserrado de árboles en el medio ambiente durante el proceso de construcción también ha suscitado un amplio debate en la sociedad.
El diseño del túnel Attar tuvo en cuenta varios factores de seguridad, adoptó el nuevo método austríaco de construcción de túneles y estaba equipado con un sistema de ventilación semitransversal. El túnel está equipado con pasajes de emergencia y controles regulares de la calidad del aire para garantizar un paso seguro. Este tipo de diseño garantiza que los vehículos puedan pasar sin problemas a través del túnel incluso en situaciones climáticas extremas y desastres naturales.
En la construcción de este túnel no sólo se tuvieron en cuenta las necesidades del tráfico, sino también la seguridad y la protección del medio ambiente.
Con la inauguración oficial del Túnel Atar, sin duda se estimulará un mayor potencial de desarrollo turístico y económico. La apertura de este túnel ha traído nuevas expectativas para viajeros de todo el mundo, nuevas oportunidades de negocio y una mejor calidad de vida para los residentes.
Sin embargo, en esta expectativa, también debemos preguntarnos: ¿Cómo podemos equilibrar la protección ecológica y el crecimiento económico mientras buscamos el desarrollo de infraestructura?