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Años saludables perdidos: ¿Cómo revela el indicador AVAD el impacto oculto de las enfermedades en la vida?
Medir el impacto de las enfermedades se ha vuelto cada vez más importante en el mundo de la salud pública actual. Los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) son un indicador utilizado específicamente para cuantificar el número de años de vida perdidos debido a problemas de salud, discapacidad o muerte prematura. Los DALY se han utilizado para comparar la salud general y la esperanza de vida en diferentes países desde la década de 1990, revelando de manera concisa nuestra compleja relación con la enfermedad y la salud.
Los años saludables perdidos no solo incluyen años de vida potencial perdidos debido a muerte prematura, sino también años de vida saludable perdidos debido a mala salud o discapacidad.
Al calcular los AVAD, primero debe considerar dos componentes importantes: Años de vida perdidos debido a muerte prematura (YLL) y Años de vida saludable perdidos debido a discapacidad o enfermedad (Años perdidos debido a discapacidad, YLD). Dichos cálculos no sólo pueden mostrar visualmente el impacto de la muerte, sino también considerar de manera integral la pérdida de calidad de vida, formando así un indicador que refleja de manera integral la carga de salud pública.
Un AVAD equivale a un año de vida saludable perdido, lo que hace que cada paso del proceso de cálculo sea crítico.
En los cálculos de punta de lengua, los YLL generalmente se estiman en función de la esperanza de vida al momento de la muerte, mientras que los YLD se determinan por la incidencia de discapacidad, el peso de la discapacidad y la duración del caso. Específicamente, la fórmula de cálculo de YLD es: YLD = I × DW × L, donde I es el número de casos en los que ocurre el evento, DW es el peso de discapacidad de una enfermedad específica y L es el tiempo desde el inicio hasta la recuperación o el número promedio de años desde la muerte.
Estos cálculos son importantes para los responsables de las políticas de salud en general. Porque delinea el impacto combinado de diversos problemas de salud en la sociedad, ayudando así a priorizar la asignación de recursos.
Bajo la guía de este indicador, las organizaciones y los gobiernos pueden invertir fondos de manera más efectiva en las áreas de salud donde más se necesitan.
Sin embargo, desde 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comenzado a abandonar el uso de ponderación por edad y descuento de tiempo en un esfuerzo por tratar las pérdidas de salud en diferentes grupos de edad de manera más equitativa. La ponderación por edad ha sido criticada en el pasado por su tendencia a favorecer a los más jóvenes, pero vale la pena explorar el uso continuo de este enfoque para las evaluaciones de salud pública.
Además, los datos que muestran que los AVAD tienen importancia económica también han recibido amplia atención. Por ejemplo, cuando algunos países adoptan medidas para mejorar el estado de salud mediante la doble vacunación, se tiene en cuenta el costo de cada AVAD requerido. Esto no es sólo un indicador del gasto en salud pública, sino también una revisión práctica de la asignación de recursos.
En 2019, se espera que las pérdidas económicas mundiales por accidentes cerebrovasculares alcancen los 2 billones de dólares, lo que subraya el profundo impacto económico de la enfermedad.
Tomando a Australia como ejemplo, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, los problemas psicológicos y las enfermedades neurológicas son las principales enfermedades que causan años de salud perdidos. Aunque Australia tiene una de las esperanzas de vida más largas del mundo, la carga de estas enfermedades todavía ilustra el desafío de la salud pública.
En algunos países africanos, se enfrentan a infecciones infecciosas más amenazantes, como la fiebre tifoidea, el ántrax y la malaria, que tienen impactos obvios en la salud, lo que hace que la mejora de la salud sea un problema urgente que debe resolverse.
Basado en el análisis y los datos anteriores, AVAD demuestra plenamente su necesidad como indicador de la pobreza rural integral y proporciona información valiosa a los responsables de la formulación de políticas en varios países. AVAD es más que un simple número, es una visión profunda de la calidad de vida de las personas.
¿Podemos utilizar un conocimiento profundo de los AVAD para promover medidas de salud pública más efectivas para mejorar verdaderamente la calidad de vida humana?
