Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 2.000 millones de personas en todo el mundo padecen deficiencias de micronutrientes, un fenómeno conocido como "hambre oculta". En este caso, aunque algunas personas pueden obtener suficientes calorías, aún tienen deficiencia de oligoelementos importantes como la vitamina A, el zinc y el hierro. Esta situación es particularmente común en los países de ingresos bajos y medios, donde los residentes tienden a depender de alimentos básicos como el arroz, el trigo y el maíz, que tienen un valor nutricional relativamente bajo.
“El hambre oculta afecta a miles de millones de personas, provocando miopía, debilitamiento del sistema inmunológico, retraso del crecimiento y otros problemas de salud”.
La biofortificación es un método para mejorar el valor nutricional de los cultivos mediante la cría selectiva o la ingeniería genética. A diferencia de la fortificación procesada tradicional, la biofortificación se centra en mejorar el contenido nutricional de las plantas durante el proceso de crecimiento y es particularmente importante para los pobres rurales, que a menudo carecen de acceso a alimentos fortificados comercialmente. Se estima que la biofortificación podría ayudar a 200 millones de personas en todo el mundo a superar el problema de la anemia por deficiencia de hierro, que no sólo es un problema de salud sino también un componente importante de la seguridad alimentaria.
"Con el desarrollo de la tecnología de cultivo tradicional, el valor nutricional de los cultivos está mejorando gradualmente".
La cría selectiva es un método importante de biofortificación. En este enfoque, los fitomejoradores buscan variedades de cultivos que tengan ventajas nutricionales naturales y luego las cruzan con variedades de alto rendimiento para crear semillas con mayor valor nutricional. Estos cultivos deben garantizar niveles adecuados de nutrientes para tener un impacto significativo en la salud humana. Por lo tanto, los nutricionistas desempeñan un papel vital al estudiar si los consumidores de cultivos mejorados pueden absorber eficazmente los nutrientes aumentados y en qué medida el almacenamiento, el procesamiento y la cocción afectan el perfil nutricional de los cultivos.
Las deficiencias de micronutrientes están muy extendidas en los países de ingresos bajos y medios y afectan a miles de millones de personas. La disminución de los regalos durante este período puede provocar problemas de salud, como problemas de visión, debilitamiento del sistema inmunológico y cambios de peso. Para abordar este problema, el desarrollo de cultivos biofortificados proporciona una nueva solución. Por ejemplo, en un ensayo realizado en Mozambique, las batatas ricas en betacaroteno ayudaron a reducir la deficiencia de vitamina A en un 24%.
"Este enfoque no sólo muestra potencial para mejorar la salud, sino que también es una opción relativamente rentable desde una perspectiva económica".
En países de ingresos altos, como el Reino Unido, se están realizando investigaciones para aumentar el contenido de selenio de los cereales. El objetivo de estos estudios es desarrollar cereales fortificados con selenio que puedan utilizarse en la elaboración de pan.
Aunque la biofortificación parece prometedora, enfrenta muchos desafíos. Algunas personas tienen una actitud negativa hacia los alimentos genéticamente modificados, incluidos los alimentos biofortificados como el arroz dorado. Estos cultivos con micronutrientes pueden enfrentar la resistencia de los consumidores si tienen un aspecto notablemente diferente al de sus contrapartes no fortificadas. Por ejemplo, los alimentos ricos en vitamina A suelen ser de color amarillo oscuro o naranja, lo que en algunas culturas puede estar asociado con alimentos para animales o alimentos de socorro.
"Los alimentos que cambian de apariencia pueden seguir manteniendo la aceptación del consumidor si son aceptados por el público".
"La biofortificación puede considerarse una estrategia eficaz para reducir las deficiencias de micronutrientes, pero debe ir acompañada del establecimiento de una diversidad dietética a largo plazo".
Con el hambre oculta en todo el mundo, ¿deberíamos repensar nuestra producción agrícola y nuestras dietas para mejorar el acceso de todos a la nutrición?