Escherichia coli es una bacteria común en los intestinos, pero algunas cepas mutantes pueden causar enfermedades graves, especialmente diarrea. Además, Escherichia coli enteroagregativa (EAEC), como patógeno emergente, ha sido identificada como una de las causas importantes de diarrea en todo el mundo. Este artículo profundizará en la patogenicidad, los síntomas y las vías de transmisión de la EAEC y alertará a los lectores sobre sus posibles amenazas.
Escherichia coli enteroagregativa (EAEC), conocida por su patrón de adhesión en "ladrillos apilados", reacciona principalmente en el sistema de células epiteliales laríngeas humanas. El proceso patogénico de la EAEC incluye principalmente la agregación y adhesión bacteriana a la mucosa intestinal, seguida de la liberación de enterotoxinas y citotoxinas, que pueden dañar las células huésped e inducir respuestas inflamatorias, lo que en última instancia conduce a la diarrea.
Se informa que la EAEC es la segunda causa más común de diarrea del viajero después de la Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC) y es particularmente frecuente en niños.
Los síntomas de la EAEC generalmente comienzan entre 8 y 52 horas después de la infección e incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos. Algunos pacientes incluso pueden correr riesgo de tener heces con sangre, deshidratación o insuficiencia renal, especialmente aquellos con sistemas inmunes debilitados.
Se observaron heces con sangre principalmente en niños y, en el brote de 2011 en Alemania, las variantes EAEC O104:H4 causaron diarrea acompañada de heces con sangre.
Etiología de la EAEC y retos futurosEn los casos leves, no se recomiendan antibióticos, pero para los casos moderados a graves, antibióticos como la azitromicina o la ciprofloxacina pueden ser una opción de tratamiento eficaz.
El mecanismo patogénico de la EAEC aún no se comprende por completo. Los estudios han demostrado que se adhiere principalmente a la mucosa intestinal a través del factor de adhesión polimérico (AAF) y libera una variedad de toxinas para promover la infección. Debido a la diversidad genética de EAEC, también es bastante difícil comprender su patogenicidad.
Históricamente, E. coli se conoce como patógeno desde hace cien años, y EAEC ha causado muchas infecciones en muchas partes del mundo desde que se descubrió por primera vez en 1987. Especialmente en los países en desarrollo, el riesgo de infección por EAEC sigue siendo alto debido a las condiciones sanitarias relativamente deficientes.
La continua amenaza que supone la EAEC refleja que la salud pública mundial sigue siendo un desafío y que se necesita con urgencia investigar cómo prevenir y tratar eficazmente la infección por EAEC. En este caso, ¿deberíamos repensar nuestros hábitos de higiene en la vida diaria para reducir el riesgo de contagio?