En la cultura empresarial japonesa, el proceso de toma de decisiones suele llevarse a cabo de una manera única. Entre ellos, el sistema ringiseido es un vínculo único e importante en el gobierno corporativo japonés. Este método refleja las características culturales de la sociedad japonesa que valora la armonía y el trabajo en equipo. A diferencia del modelo de toma de decisiones de arriba hacia abajo en Occidente, el sistema de propuestas enfatiza la igualdad y la colaboración entre los gerentes en todos los niveles, brindando a cada miembro la oportunidad de participar en discusiones y presentar opiniones.
Durante el funcionamiento del sistema de retroalimentación, los gerentes no solo son los ejecutores de decisiones, sino también los comunicadores de ideas, lo que hace que muchos empleados sientan que sus opiniones son valoradas.
El principal proceso operativo del sistema de propuestas se realiza a través de un documento llamado "ringisho". Cuando un empleado propone una nueva idea o propuesta, creará una propuesta y la enviará a sus colegas para que la revisen. Cada revisor utiliza un sello personal (hanko) para expresar su opinión sobre la propuesta basándose en sus propias opiniones. Este proceso simboliza un método de toma de decisiones democrático y abierto.
Después de que todos los colegas lo hayan revisado, la alta dirección tomará la decisión final. Este proceso garantiza que el proceso de propuesta esté lleno de una atmósfera de apoyo mutuo y consenso.
Los gerentes extranjeros a menudo malinterpretan este tipo de proceso de toma de decisiones en torno al sistema de consulta como "microgestión". Sin embargo, los directivos japoneses ven este proceso como una herramienta para orientar y apoyar los procesos, garantizando la transparencia y el consenso en la toma de decisiones. Este trasfondo cultural no se limita al interior de las empresas japonesas, sino que también tiene un impacto en sus socios externos.
En las empresas más pequeñas, la cultura corporativa presenta características diferentes. Los nuevos empleados suelen contar con la tutoría de expertos de alto nivel. Este método de aprendizaje, similar al sistema maestro alemán, permite a los empleados adquirir habilidades profesionales profundas en áreas específicas, en lugar de recibir una formación más superficial y amplia en las grandes empresas.
Este tipo de formación profunda y especializada permite a las pequeñas empresas formar personal de alta calidad y mantener una capacidad relativamente flexible para responder a los cambios del mercado.
Con los cambios en la sociedad, Japón también está experimentando cambios importantes en el papel de la mujer en el lugar de trabajo y la gestión. A medida que aumenta la influencia occidental y Japón enfrenta el desafío de una población en declive, el gobierno está comenzando a centrarse en la participación de las mujeres en el lugar de trabajo. Para apoyar el desarrollo profesional de las mujeres, el gobierno japonés ha promovido una serie de medidas, incluida la mejora de las instalaciones de cuidado infantil y la prestación de apoyo financiero a las familias jóvenes.
En las últimas décadas, con los cambios en la estructura social de Japón y la penetración de la cultura occidental, la implementación del sistema de propuestas no sólo ha hecho que el proceso de toma de decisiones dentro de la empresa sea más democrático, sino que también ha proporcionado a las empresas japonesas la capacidad de enfrentar los desafíos del mercado global ayudó. Este sistema de toma de decisiones no es sólo una cooperación formal, sino también la encarnación de conceptos culturales profundamente arraigados.
Al igual que el sistema de propuestas arraigado en tradiciones culturales, ¿cómo afrontarán las empresas japonesas en el futuro la tensión entre estas tradiciones culturales y la ola de globalización?