Cuando se trata de linfomas, el linfoma azul de células B grandes (DLBCL) es sin duda el que más llama la atención. Es un tumor maligno derivado de las células B, el tipo de glóbulos blancos encargados de producir anticuerpos. A medida que aumenta la edad, especialmente en los mayores de 70 años, la tasa de incidencia aumenta significativamente, lo que convierte al DLBCL en el último desafío médico.
DLBCL es el linfoma no Hodgkin más común y su diagnóstico enfrenta muchos desafíos, especialmente en los ancianos.
DLBCL tiene una incidencia anual de 7 a 8 casos por cada 100.000 personas en los Estados Unidos y el Reino Unido. Este tipo de tumor de urea suele crecer rápidamente en los ganglios linfáticos u otros tejidos y se acompaña de síntomas sistémicos como fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos. Estos síntomas iniciales a menudo confunden a los pacientes y provocan un retraso en el diagnóstico.
El desafío clave es realizar una cirugía para tomar una muestra del tumor para su análisis histológico, que es la única forma de confirmar el diagnóstico.
DLBCL generalmente se desarrolla rápidamente y puede afectar casi cualquier parte del cuerpo. Aunque la enfermedad suele tener su origen en células B normales, en algunos casos también puede surgir debido a la transformación maligna de otros linfomas. La causa del DLBCL aún no se comprende completamente, pero los estudios han señalado que factores como la inmunodeficiencia y la infección viral pueden aumentar su riesgo.
Los subtipos de DLBCL son muy diversos y exhiben diferentes proporciones de características biológicas y clínicas. Según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud, el DLBCL se puede dividir en varios subtipos. Según la reclasificación de 2016, el subtipo más común es el "linfoma de células B grandes, no especificado de otra manera" (DLBCL, NOS), y esta forma representa entre el 80% y el 85% de todos los DLBCL.
El pronóstico del DLBCL se ve afectado por muchos factores, incluida la edad del paciente, el nivel de lactato deshidrogenasa sérica y la condición física. Especialmente los pacientes mayores de 60 años o las personas con múltiples ganglios linfáticos afectados tienen un mal pronóstico.
Dependiendo del tipo y la ubicación inicial del caso, la acumulación en el cerebro, las glándulas suprarrenales y los órganos puede tener consecuencias más graves.
En fisiopatología, el DLBCL es causado principalmente por mutaciones genéticas y cambios en la expresión genética. Estos cambios afectarán las vías de señalización del crecimiento y la supervivencia celular. Los estudios han demostrado que los cambios en protooncogenes como BCL2, MYC y BCL6 son comunes en los pacientes y estos cambios pueden promover la proliferación de células tumorales.
El diagnóstico de DLBCL generalmente requiere una biopsia, en la que el tejido tumoral extirpado se observa bajo un microscopio. Después del diagnóstico, los médicos planificarán planes de tratamiento adecuados basados en los diferentes tipos de tumores. Las células tumorales de la mayoría de los pacientes están marcadas con CD20, lo que constituye un buen objetivo para el tratamiento.
Dependiendo de las necesidades de los diferentes subtipos, las opciones de tratamiento para el LDCBG generalmente incluyen quimioterapia y anticuerpos monoclonales (como rituximab). Para la variante GBC, la terapia de primera línea es R-CHOP, mientras que para la variante ABC se recomienda el régimen DA-R-EPOCH. La eficacia general de estos regímenes también es relativamente alta y brinda nuevas esperanzas a la mayoría de los pacientes con LBDCG.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con LDCBG se pueden curar con tratamiento y la tasa de supervivencia a cinco años para los pacientes de edad avanzada es aproximadamente del 58 %.
Sin embargo, incluso con un tratamiento altamente eficaz, el pronóstico de los pacientes con DLBCL todavía depende de múltiples factores, incluidas las mutaciones genéticas y la progresión del tumor. Sin embargo, los avances en las opciones de tratamiento generales han mejorado significativamente el pronóstico del tipo GBC.
Con el avance continuo de la medicina moderna, la investigación sobre la causa, el diagnóstico y el tratamiento del DLBCL se ha convertido en una perspectiva de futuro. Sin embargo, a medida que nos enfrentamos a esta afección, ¿existen estrategias de tratamiento más efectivas que deban explorarse más a fondo?