En un informe reciente, los científicos revelaron un hecho sorprendente sobre la industria del petróleo y el gas: las emisiones de metano son un contribuyente importante al impacto climático de estas industrias. A medida que se intensifica la preocupación mundial por el cambio climático, los países están revisando sus políticas energéticas. El metano, un potente gas de efecto invernadero, nunca ha sido más importante que hoy.
Las emisiones de gases, en particular el metano asociado a la producción de petróleo y gas, contribuyen significativamente al calentamiento global. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones anuales de metano de la industria del petróleo y el gas aumentaron de 63 millones de toneladas a 82 millones de toneladas entre 2000 y 2019. Esto representa un aumento de aproximadamente el 1,4% anual. Sin embargo, algunos estudios sugieren que la contribución real puede ser mayor, llegando al 30% o incluso más.La amenaza del cambio climático nos obliga a repensar nuestro desarrollo energético y su impacto ambiental.
Las razones detrás de estas cifras son variadas. Durante la extracción de petróleo y gas natural se suele liberar una gran cantidad de gas asociado. Si estos gases no pueden recuperarse durante el proceso de suministro o no existe una demanda clara del mercado, se liberarán a la atmósfera de forma controlada. Los estudios muestran que, en algunos casos, estas emisiones son bastante significativas, pero muchas fábricas y lugares de trabajo todavía realizan dichas operaciones de forma rutinaria.
La economía de las emisiones atmosféricas se trata como algo habitual en las operaciones de muchas empresas y esto necesita ser reexaminado.
En Alberta, Canadá, en particular, los científicos han descubierto que las emisiones anormales de gases son la principal fuente de emisiones de metano en la industria. El descubrimiento ha motivado modificaciones urgentes en los sitios de petróleo y gas existentes, y hay una serie de opciones de bajo costo disponibles para que las empresas reduzcan las emisiones. Para la industria en su conjunto, los costos de modernización de Canadá se estiman en alrededor de 3.300 millones de dólares canadienses, con compromisos para implementar requisitos de reducción de metano entre 2027 y 2040.
Además, las investigaciones de Alberta muestran que los niveles de metano en la región son cuatro veces más intensos que en la vecina Columbia Británica, lo que resalta la importancia del monitoreo y la presentación de informes independientes. Sin embargo, alcanzar los objetivos de reducción de metano sigue siendo un desafío, especialmente los objetivos de reducción para 2030 en el marco del acuerdo internacional celta.
La industria del petróleo y el gas podría enfrentar cambios sin precedentes a medida que se proponen nuevos cambios legislativos.
En 2023, el Ministro Federal de Medio Ambiente propuso un plan que prevé limitar las emisiones de CO2 entre un 35% y un 38% por debajo de los niveles de 2019 para el año 2030. La propuesta demuestra el compromiso del gobierno de abordar las preocupaciones ambientales, especialmente considerando que la industria del petróleo y el gas contribuye con el 28% de las emisiones de Canadá.
En este contexto, los científicos subrayan que la industria necesita seguir modificando sus actuales hábitos operativos. Si bien las emisiones de metano son inevitables, las soluciones para capturar y utilizar el gas son fundamentales a largo plazo. Por ejemplo, muchos países han comenzado a considerar la extracción de gas de carbón en zonas circundantes como un recurso económico en lugar de un residuo irrecuperable. Esto no sólo ayudará a reducir la contaminación ambiental, sino que también proporcionará una alternativa para las necesidades energéticas.
Sin embargo, esto requiere que las empresas realicen enormes inversiones en actualizaciones tecnológicas y operativas, lo que plantea la pregunta más fundamental: ¿cómo puede la industria lograr un equilibrio entre la búsqueda de beneficios económicos y la protección del medio ambiente? Sólo cuando todas las partes interesadas trabajan juntas se puede alcanzar el objetivo del desarrollo sostenible. En el proceso de transición energética, ¿podemos encontrar formas más efectivas de reducir las emisiones de metano y, en última instancia, cumplir nuestros compromisos climáticos?