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¿Por qué es inevitable la presencia de gas natural en las minas de petróleo y carbón? ¡Las razones ocultas que se esconden tras ello!
En la extracción y consumo de energía global, el gas natural juega un papel importante como fuente de energía, ya sea para calefacción, generación de energía o fines industriales. Sin embargo, con la extracción de petróleo y minas de carbón, la emisión de gas natural (principalmente metano) también se ha convertido en un problema medioambiental que no se puede ignorar. Estas emisiones de gas natural, especialmente las liberadas intencionalmente, se conocen como "emisiones de gas" o "emisiones de metano", y su impacto en el cambio climático global es una preocupación creciente.
Las emisiones de gases son un proceso de liberación controlada, generalmente en la minería de petróleo o carbón, porque estos procesos producen grandes cantidades de gases subproductos que no se pueden reutilizar ni almacenar físicamente.
Hay profundos factores económicos y técnicos detrás de la emisión de gas natural. Según las estadísticas, los datos mundiales de 2012 mostraron que alrededor del 58% del gas de petróleo asociado se reinyectó para mantener la presión del pozo, el 27% se envió al mercado de consumo, pero el 15% aún se descargó o quemó selectivamente. Esta emisión no sólo provoca un desperdicio de recursos, sino que también daña el medio ambiente. Especialmente cuando se realizan emisiones y combustión de gases convencionales, el dióxido de carbono producido después de la combustión sigue siendo "menos dañino" que el metano no quemado.
En la industria del petróleo y el gas, las emisiones de metano tienden a ser una fuente importante de gases de efecto invernadero, un hecho confirmado en estudios recientes, particularmente en sitios donde se extrae petróleo pesado.
Volviendo a mirar los datos, las emisiones globales de CO2 procedentes de la quema de gas asociado cada año equivalen al 1% de las emisiones totales procedentes de la quema de combustibles fósiles. Dado que la comunidad internacional concede gran importancia al cambio climático, las emisiones de gas natural durante el transporte y distribución por gasoductos también han atraído mucha atención, especialmente en Estados Unidos, donde la mayoría de las emisiones ocurren en estaciones compresoras y reguladores de gas. A medida que la tecnología evoluciona, las estrategias de mantenimiento existentes y los nuevos equipos funcionan para reducir esta emisión.
En la actualidad, muchos países alrededor del mundo han comenzado a prestar atención a este tema, especialmente en la provincia canadiense de Alberta, que ha formulado una serie de regulaciones de protección ambiental para cumplir el objetivo de reducción de emisiones para 2030.
Para la minería del carbón, los problemas de contaminación y emisiones también son inevitables. Durante el proceso minero, el metano atrapado en las vetas de carbón se libera fácilmente a medida que avanza la minería y, según datos de algunos países, el metano liberado del carbón se ha convertido en una de las fuentes importantes de emisiones globales de metano. Aunque la tecnología ha avanzado en los últimos años y más de 200 minas han comenzado a capturar parte del metano que emiten, sólo 3 millones de toneladas pueden usarse o reducirse de manera efectiva. De hecho, el carbón representa el 9% de las emisiones globales de metano, según datos de monitoreo climático global.
En investigaciones relacionadas sobre campos de gas, la extracción de gas de petróleo no asociado en sí es relativamente intuitiva y económicamente beneficiosa. Sin embargo, las emisiones generalmente ocurren durante el transporte por gasoductos, especialmente durante la transmisión al mercado de consumo. las emisiones entre ellos no pueden ignorarse.
Los estudiosos del medio ambiente señalaron que con el establecimiento del mercado del gas natural, los países han comenzado a prestar atención a la utilización y desarrollo de esta energía, lo que obviamente fue útil para reducir los impactos ambientales.
Sin embargo, a medida que el mercado del gas natural madura, los datos relevantes sobre emisiones siguen siendo preocupantes. Los efectos del cambio climático global han llevado a reflexionar sobre si este uso energético es apto para el futuro. Según un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones de metano de la industria del petróleo y el gas natural han aumentado año tras año en los últimos años, alcanzando un nivel de 82 millones de toneladas en 2019. Esta cifra no solo refleja el impacto de la actividad humana. actividades en la atmósfera, pero también advierte a la gente cuánta responsabilidad ambiental han ignorado mientras perseguían intereses económicos.
La conclusión es que, frente al inevitable status quo de las emisiones de gas natural en la extracción de energía, ¿cómo deberíamos equilibrar la contradicción entre el desarrollo económico y la protección ambiental, encontrar una solución sostenible y, en última instancia, lograr objetivos reales de reducción de emisiones?
