La angina, también conocida como angina de pecho, es un dolor o presión en el pecho causado por una falta de flujo sanguíneo adecuado al músculo cardíaco. La causa más común es la enfermedad de las arterias coronarias. Generalmente es causada por una obstrucción parcial o un espasmo de las arterias que irrigan el músculo cardíaco. El mecanismo principal de obstrucción de las arterias coronarias es la aterosclerosis, que forma parte de la enfermedad de las arterias coronarias. Otras posibles causas de angina incluyen ritmos cardíacos anormales, insuficiencia cardíaca y, con menos frecuencia, anemia. El término proviene de las palabras latinas "angere" (asfixia) y "pectus" (pecho) y puede traducirse como "sensación de asfixia en el pecho".
"Existe una relación entre la gravedad de la angina y el grado de hipoxia miocárdica, pero no siempre es una coincidencia directa."
Los síntomas de la angina a menudo se asocian con la actividad, como el ejercicio o el estrés emocional, y generalmente se resuelven con el reposo o el uso de nitrito de glicerilo. La angina de pecho se puede dividir en angina estable y angina inestable. Cuando los pacientes enfrentan exacerbaciones aleatorias de angina o tienen síntomas repentinos de angina, se recomienda buscar tratamiento médico de inmediato para descartar condiciones médicas peligrosas.
La angina estable es el tipo clásico de angina que suele atacar durante la actividad y se acompaña de malestar en el pecho. Este tipo de angina generalmente desaparece después de la actividad y regresa cuando se reanuda la actividad. Los desencadenantes de la angina estable incluyen el clima frío, las comidas copiosas o el estrés emocional.
La angina inestable es una emergencia médica y requiere atención inmediata. Suele ocurrir en reposo, dura más de 10 minutos y suele ser más grave que antes. Este tipo de angina significa un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
"La fisiopatología de la angina inestable es diferente de la angina estable y se debe principalmente a una reducción repentina del flujo sanguíneo".
La angina microvascular, también conocida como síndrome cardíaco X, se caracteriza por un dolor torácico similar a la angina en ausencia de una obstrucción importante en las arterias coronarias. Este tipo de angina es más común en mujeres y en el pasado se consideraba una afección benigna, pero ahora las investigaciones sugieren que puede estar implicada en la fisiopatología de la cardiopatía isquémica.
Los pacientes con angina generalmente experimentan presión en el pecho, pesadez, opresión o ardor. Estas molestias pueden extenderse a la parte superior del abdomen, la espalda, el cuello, la mandíbula o los hombros. Este fenómeno de dolor reflejo puede explicarse por la intersección de los nervios sensoriales cardíacos con los nervios sensoriales cutáneos.
"Los desencadenantes comunes de la angina incluyen el ejercicio, el estrés emocional y el clima frío".
Fumar, presión arterial alta, niveles altos de azúcar en la sangre, colesterol alto, un estilo de vida sedentario y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas son factores de riesgo importantes para la angina. La consulta médica regular y las modificaciones saludables en el estilo de vida pueden reducir significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca.
Cuando se produce opresión en el pecho, malestar o presión intensa, se debe considerar la posibilidad de angina de pecho. El diagnóstico de angina de pecho generalmente debe confirmarse mediante un electrocardiograma, una prueba de esfuerzo y el examen de imágenes necesario.
Los objetivos del tratamiento de la angina incluyen aliviar los síntomas, retardar la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de futuros eventos cardíacos. Los tratamientos farmacológicos incluyen principalmente antagonistas de los receptores β-adrenérgicos, bloqueadores de los canales de calcio y nitratos orgánicos. Además, también se podrá considerar la intervención coronaria si la situación lo amerita.
"El tratamiento médico de la angina de pecho no sólo tiene como objetivo reducir los síntomas, sino que también apunta a la gestión de riesgos a largo plazo."
Aunque la tecnología médica actual ha mejorado significativamente la tasa de supervivencia de los pacientes de mediana edad, la angina sigue siendo una señal de advertencia de enfermedad cardíaca. ¿Alguna vez te has preocupado por ti mismo o por alguien cercano a ti?