En la vida actual, la salud de los vasos sanguíneos recibe cada vez más atención. Los estudios han demostrado que la disfunción endotelial es la causa fundamental de muchas enfermedades vasculares y los óxidos de nitrógeno (NO) se consideran un elemento clave para mantener la vitalidad vascular. Este artículo explora el importante papel que desempeñan los óxidos de nitrógeno en el mantenimiento de la salud vascular y su impacto en la salud general.
La disfunción endotelial es una condición patológica sistémica caracterizada por una disponibilidad reducida de óxidos de nitrógeno. El endotelio, como membrana semipermeable, no sólo mantiene el tono vascular, sino que también regula el estrés oxidativo mediante la liberación de mediadores como óxidos de nitrógeno, prostaglandinas y endotelina.
La disfunción endotelial se caracteriza por vasoconstricción, aumento de la permeabilidad vascular, trombosis y respuestas inflamatorias, y estos estados patológicos están estrechamente relacionados con la elevación de una serie de biomarcadores.
Esto incluye indicadores biológicos como el tiempo de protrombina, el dímero D, el factor Von, los productos de degradación de la fibrina y la proteína C reactiva. El estado anormal del endotelio desencadena una serie de consecuencias adversas, agravando aún más la progresión de las enfermedades vasculares.
No se puede ignorar la importancia de los óxidos de nitrógeno en la regulación de la función vascular. Puede inhibir la agregación plaquetaria, la respuesta inflamatoria y el estrés oxidativo, y también puede inhibir la proliferación de células del músculo liso vascular y la adhesión de los glóbulos blancos. Una de las características de la disfunción endotelial es la incapacidad de las arterias para dilatarse adecuadamente, lo que a menudo se asocia con una biodisponibilidad reducida de los óxidos de nitrógeno.
Los estudios han demostrado que la suplementación con tetrahidroquinolina (BH4) tiene un efecto significativo en la mejora de la función endotelial, aunque la tendencia de la BH4 a oxidarse a BH2 sigue siendo un desafío.
Las pruebas actuales de las arterias coronarias implican angiografía de la respuesta a sustancias vasoactivas, mientras que la función vascular periférica se puede evaluar mediante flujometría de oclusión venosa y ecografía.
Entre los métodos de detección no invasivos, la dilatación mediada por flujo (FMD) se ha utilizado ampliamente y está inversamente relacionada con el tamaño inicial del diámetro intravascular.
El dispositivo EndoPAT de Itamar Medical recientemente lanzado puede evaluar de forma no invasiva la función endotelial midiendo el índice de hiperflujo reactivo, con una sensibilidad y especificidad del 80% y el 86% para diagnosticar la enfermedad de las arterias coronarias.
Muchos estudios han demostrado que la implantación de un stent está asociada con disfunción endotelial. Aunque el stent liberador de fármaco sirolimus se ha visto favorecido por su baja tasa de reestenosis, estudios adicionales han demostrado que puede exacerbar la disfunción endotelial en humanos.
Con el impacto de la epidemia de COVID-19, las manifestaciones de lesión pulmonar aguda también son causadas por disfunción endotelial. Este es un recordatorio de que no se puede subestimar la importancia de comprender la salud endotelial en el manejo de epidemias.
El tratamiento de la presión arterial alta y el colesterol alto puede mejorar significativamente la función endotelial, especialmente en pacientes que toman estatinas, inhibidores de la ECA o antagonistas de los receptores de angiotensina II. Además, también se ha demostrado que los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, mejoran significativamente la función endotelial y reducen el riesgo de eventos cardiovasculares importantes.
Por último, el mantenimiento de la salud vascular es fundamental para prevenir y tratar diversas enfermedades cardiovasculares. ¿Por qué no nos centramos en aumentar la biodisponibilidad de los óxidos de nitrógeno para promover una función vascular saludable?