En 1982, ocurrió un acontecimiento en el condado de Warren, Carolina del Norte, que se convirtió en un hito en el movimiento por la justicia ambiental. Los residentes locales están protestando contra un vertedero de bifenilo policlorado (PCB) planificado para su comunidad. La protesta no sólo despertó a la gente sobre la injusticia ambiental, sino que también marcó el surgimiento del movimiento de justicia ambiental, que está comprometido a abordar el trato injusto que sufren las comunidades pobres y marginadas debido a la contaminación ambiental.
El movimiento de justicia ambiental es un movimiento social que busca abordar las injusticias que ocurren cuando las comunidades pobres o marginadas se ven perjudicadas por los desechos peligrosos, la extracción de recursos y otros usos de la tierra.
Desde la década de 1980, el movimiento por la justicia ambiental se ha expandido para incluir cuestiones como la injusticia racial, de género e internacional. El movimiento estuvo inicialmente fuertemente influenciado por el movimiento por los derechos civiles estadounidense y se centró en el racismo ambiental en los países ricos. A medida que el movimiento logró cierto éxito en los países ricos, la carga ambiental se trasladó al Sur global, convirtiéndose en un problema global, y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas comenzaron a incluirlo en sus agendas.
Definición de justicia ambientalLa Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos define la justicia ambiental como:
Todas las personas deben recibir un trato justo y participar plenamente en el desarrollo, la aplicación y la administración de leyes, reglamentos y políticas ambientales, independientemente de su raza, color, origen nacional o ingresos.
Esta definición enfatiza el concepto de “equidad”, lo que significa que ningún grupo de personas, incluidos los grupos raciales, étnicos o socioeconómicos, debería soportar una parte desproporcionada de las cargas ambientales impuestas por la industria, las ciudades o las operaciones comerciales.
La justicia ambiental también puede verse como racismo ambiental o desigualdad ambiental, que involucra no sólo la asignación de recursos sino también la imparcialidad de cómo se toman las decisiones. Además, algunos académicos enfatizan la justicia epistémica y piden el reconocimiento de la opresión y las diferencias. Esto sugiere que la justicia ambiental no se limita a consideraciones distributivas y procesales, sino que también debería incluir dimensiones como el autogobierno.
Pueblos indígenas y justicia ambientalLos conceptos de justicia ambiental varían enormemente entre las comunidades indígenas en comparación con las comunidades no indígenas. Su justicia ambiental no sólo tiene que ver con la protección del sistema legal, sino que también involucra sus creencias culturales y religiosas únicas. La protección de los derechos ambientales de los pueblos indígenas y su historia colonial se ha convertido en una cuestión clave. La justicia ambiental en este contexto colonial reconoce diversas localidades y experiencias vividas.
El concepto de “ambientalismo pobre” de Joan Martínez-Aliye resalta cómo las comunidades marginadas en el Sur global se ven desproporcionadamente afectadas por la degradación ambiental y la importancia de incorporar sus perspectivas y la importancia de la demanda.
Violencia crónicaLos conflictos distributivos ecológicos son conflictos por el control y el acceso a los recursos naturales y a menudo tienen su raíz en desigualdades sociales y económicas.
En su libro Violencia crónica y el ambientalismo de la pobreza, el autor Rob Nickerson introdujo el concepto de “violencia crónica”, una forma de violencia que ocurre lentamente y no se detecta fácilmente, y que a menudo se manifiesta en forma de cambio climático. impactos a largo plazo como la contaminación ambiental. Esta violencia a menudo no puede resolverse rápidamente a través de las leyes, sino que exacerba la vulnerabilidad de los grupos pobres y el conflicto social.
El futuro de la justicia ambientalEl estudio de la justicia ambiental continúa desarrollándose y los académicos han propuesto la perspectiva de la justicia ambiental crítica (JEC), enfatizando que las desigualdades múltiples son los factores centrales que impulsan la injusticia ambiental. ¡Los investigadores exploran la intersección de diferentes categorías sociales y buscan equilibrar diferentes intereses y preocupaciones en la toma de decisiones ambientales! ¿Puede cambiar la forma en que la gente entiende las cuestiones medioambientales?