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El poder de los árboles: ¿Por qué el proyecto de plantación de árboles de China está siendo aclamado como el bosque artificial más grande del mundo?
El Proyecto de los Tres Cinturón Protector del Norte de China, también conocido como el Proyecto de la Gran Muralla Verde, se ha convertido en uno de los bosques artificiales más grandes del mundo desde su lanzamiento en 1978, con el objetivo de detener la expansión del desierto de Gobi y proporcionar recursos madereros a los residentes locales. Se espera que la barrera verde alcance una longitud total de 4.500 kilómetros en 2050, cubriendo tres regiones en el norte de China: Norte, Noreste y Noroeste.
Este proyecto de plantación de árboles no sólo es una necesidad urgente de protección ecológica, sino también un desafío estrechamente relacionado con la supervivencia humana.
El proyecto de la Gran Muralla Verde es especialmente importante porque el desierto de Gobi destruye 3.600 kilómetros cuadrados de pastizales cada año y las severas tormentas de arena tienen un grave impacto en la agricultura de los países vecinos. El plan pretende aumentar la cobertura forestal en la región norte del 5% al 15%, frenando así la desertificación.
En 2009, China había plantado 500.000 kilómetros cuadrados de árboles, aumentando la cubierta forestal del 12 por ciento al 18 por ciento, según cifras oficiales.
El gobierno chino informó que después de 46 años de esfuerzos, se ha completado un cinturón verde de 3.000 kilómetros que rodea el desierto de Taklamakán, mostrando resultados significativos del programa. Entre 1949 y 2024, la tasa de cobertura forestal de China aumentó del 10% al 25%, mientras que la superficie de cobertura desértica del país disminuyó del 27,2% al 26,8%.
Muchos esfuerzos individuales también jugaron un papel clave en este proyecto. Por ejemplo, el trabajo de plantación de árboles de Yin Yuzhen en Wuxin Banner fue reconocido y se convirtió en un ejemplo de mejora del entorno ecológico de China. El presidente chino, Xi Jinping, elogió estos logros en el Congreso Popular Nacional de 2020.
Los esfuerzos de los residentes locales han desempeñado un papel importante en la mejora del entorno ecológico.
El plan no sólo implica la plantación de árboles, sino que también incluye la transformación de modelos económicos como el ecoturismo y el cultivo de árboles frutales, promoviendo así el desarrollo económico local. Los datos satelitales también muestran una tendencia creciente en la cubierta forestal que es consistente con los datos del gobierno chino, basados en la verificación de datos externos, como las observaciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
A pesar de sus logros, el Proyecto de la Gran Muralla Verde aún enfrenta muchas críticas. Los expertos temen que las campañas de plantación de árboles organizadas por el Gobierno puedan ejercer presión sobre los recursos hídricos locales. Por ejemplo, los árboles pueden absorber grandes cantidades de agua subterránea, lo que es particularmente problemático en las regiones áridas del norte, dijo Hong Jiang, profesor de la Universidad de Wisconsin. Además, el fracaso de proyectos anteriores de lucha contra la desertificación ha llevado a algunos expertos a dudar de la viabilidad del plan a largo plazo.
Plantar una sola especie de árbol puede absorber eficazmente el dióxido de carbono, pero también trae problemas con la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
En un esfuerzo por combatir la desertificación, los expertos descubrieron que China tiene actualmente 1,73 millones de kilómetros cuadrados de tierra desertificada, y sólo unos 530.000 kilómetros cuadrados de tierra son tratables. Al ritmo actual de 1.717 kilómetros cuadrados al año, la restauración de estas tierras es muy lenta y se estima que se necesitarán 300 años para completar la tarea de restauración.
Frente a enormes desafíos ecológicos, el plan de plantación de árboles de China obviamente ha atraído la atención y el debate mundial. El éxito y los desafíos del gran muro verde se han convertido, sin duda, en un importante epítome de la protección ecológica y el desarrollo sostenible. No podemos evitar preguntarnos: En el contexto del cambio climático global, ¿pueden estas acciones de plantación de árboles convertirse en la dirección futura de la comunidad ecologista de todos los países?
