Con el impacto del cambio global y el cambio climático, el virus del dengue (DENV) ha aumentado dramáticamente en las últimas dos décadas, convirtiéndose en una de las enfermedades transmitidas por mosquitos más preocupantes en las regiones tropicales. Según estimaciones de 2013, se podrían llegar a notificar hasta 390 millones de casos de infección cada año, pero muchas personas infectadas no presentan síntomas evidentes, lo que supone un enorme desafío para la prevención y el control de la salud pública.
Existen cuatro serotipos principales del virus del dengue, que no sólo tienen diferente antigenicidad sino que también pueden coinfectar al mismo huésped, lo que lleva a manifestaciones de enfermedad más complejas.
El virus del dengue es un virus ARN monocatenario de sentido positivo que pertenece a la familia Flaviviridae, y su complejidad está más allá de la comprensión de muchas personas. Estudios anteriores han demostrado que en realidad existen 46 cepas diferentes del virus del dengue, no solo cuatro serotipos.
Con base en análisis previos, los investigadores han identificado tres genotipos del virus del dengue, con un cuarto tipo reportado en 2013 y un quinto tipo sospechoso, DEN-5, reportado en 2015 pero aún no confirmado. La evolución de estos genotipos está estrechamente relacionada con el cambio climático global y las actividades humanas, especialmente la Segunda Guerra Mundial y el movimiento de personas después de la guerra.
Ciclo de vida del virus del dengueEl virus del dengue se propagó primero a través del ciclo salvaje en África y, con el tiempo, pasó completamente a transmitirse entre humanos y mosquitos. Por lo general, un mosquito infectado transmite el virus a un ser humano después de picarlo. Una vez que el virus ingresa al huésped, se acumula y se replica en múltiples tipos de células, incluidas las células de la piel y las células dendríticas.
Signos y síntomas del dengueSe necesitan futuros estudios para analizar este proceso en profundidad, especialmente cómo responde al sistema inmune humano, que a su vez afecta la replicación viral.
Las epidemias de dengue son particularmente comunes durante la estación húmeda en las regiones tropicales. Los síntomas de infección generalmente incluyen dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular, sarpullido y sangrado leve. Para algunas personas, el dengue puede evolucionar hacia formas más graves, como el dengue hemorrágico o el síndrome de shock por dengue.
La complejidad del dengue no radica sólo en la diversidad del virus en sí, sino también en la respuesta del sistema inmunitario del huésped. Los científicos descubrieron que el virus del dengue suprime la respuesta inmune innata del huésped, incluida la señalización del interferón, lo que mejora significativamente la supervivencia del virus durante la infección.
"La proteína de envoltura E del DENV es la clave para la unión a los receptores de la célula huésped y puede afectar todo el proceso de infección".
En los últimos años han entrado en el mercado varias vacunas como un medio importante para prevenir el dengue. En 2022, la Agencia Europea de Medicamentos aprobó la vacuna Qdenga, una vacuna viva que ataca a los cuatro serotipos, mientras que la vacuna Dengvaxia solo se recomienda para quienes ya han sido infectados.
A medida que se sigue revelando la complejidad del virus del dengue, es necesario que las investigaciones futuras exploren más profundamente, especialmente cómo prevenir y tratar este virus que amenaza la salud humana. Ante el desafío del dengue, ¿cómo deben responder los humanos a este patógeno tan variable?