Durante los últimos 20 años, el número de infecciones por dengue ha aumentado drásticamente, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud que enfrentan las personas en las regiones tropicales. Científicos de todo el mundo han comenzado a explorar las razones de este fenómeno. Esta enfermedad infecciosa transmitida por mosquitos causada por el virus del dengue (DENV) tiene cuatro serotipos, pero todavía existen muchos malentendidos sobre su patógeno.
Según estimaciones de 2013, hasta 390 millones de personas en todo el mundo podrían infectarse con el virus del dengue cada año, y muchas de las infecciones son asintomáticas o subclínicas.
El aumento del virus del dengue se remonta a su evolución. Inicialmente, el virus se transmitía entre mosquitos y primates no humanos en África y el sur de Asia, y ocasionalmente infectaba a humanos. Con la aceleración de la urbanización, el virus del dengue ha evolucionado gradualmente hasta convertirse en la principal forma de transmisión entre humanos y mosquitos. Debido a múltiples factores como el cambio climático, la globalización y la expansión urbana, esta epidemia se ha propagado rápidamente.
El virus del dengue es un virus de ARN de cadena positiva, de tamaño pequeño y muy variable. Cuando un mosquito pica a una persona infectada, el virus pasa a través del sistema digestivo del mosquito e infecta sus estructuras internas, y luego se propaga al picar a otro ser humano. Durante este proceso, el virus infectará aún más a los macrófagos y las células del hígado a través de las células de la piel y, finalmente, se multiplicará dentro de las células huésped, causando la enfermedad.
El ciclo de vida del virus del dengue es típico de los virus de ARN monocatenario y debe unirse a receptores celulares específicos para ingresar a las células.
Los síntomas del dengue son muy variados e incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso y dolor muscular y articular. En casos graves, puede evolucionar a dengue hemorrágico y síndrome de shock por dengue. La respuesta inmunitaria de las personas infectadas es compleja y algunas personas pueden experimentar síntomas más graves después de una infección repetida. Esto está relacionado con el fenómeno de la potenciación dependiente de anticuerpos, en el que la respuesta de los anticuerpos antiguos a los nuevos serotipos puede, en realidad, agravar la enfermedad.
Interacciones del sistema inmunológicoCada vez más estudios han demostrado que el virus del dengue puede suprimir la respuesta inmune innata del huésped durante la infección, afectando la transducción de señales virales y la producción de interferón a través de una variedad de proteínas no estructurales. Esto permite que el virus se multiplique dentro del huésped, expandiendo aún más la infección.
Muchas proteínas no estructurales actúan en diferentes niveles del sistema inmune, lo que demuestra la poderosa capacidad del virus del dengue para escapar a la inmunidad.
Las estrategias mundiales para la prevención y el control del dengue continúan evolucionando. Hasta ahora se han aprobado dos vacunas, concretamente Dengvaxia y Qdenga, cada una dirigida a poblaciones diferentes. Dengvaxia sólo se recomienda para su uso en personas que han sido infectadas, mientras que Qdenga es una vacuna cuadrivalente adecuada para personas de 4 años o más. Sin embargo, a medida que la epidemia continúa cambiando, la eficacia de la vacuna y su aplicación aún necesitan más estudios.
En general, la epidemia de dengue no es un problema de enfermedad único, sino un desafío de salud pública afectado por múltiples factores. Establecer una estrecha cooperación internacional, fortalecer la infraestructura de salud pública y mejorar la conciencia pública sobre la enfermedad serán sin duda medidas importantes para combatir el dengue en el futuro. Ante un número cada vez mayor de casos de dengue, ¿cómo podrán los seres humanos prevenir eficazmente en el futuro la propagación de esta enfermedad infecciosa?