El lupus eritematoso discoide (LED) es el tipo más común de lupus cutáneo crónico y es una enfermedad cutánea autoinmune. La enfermedad causa una erupción redonda, roja, dolorosa, inflamada y a menudo de apariencia áspera o con costra, más comúnmente en el cuero cabelludo, las mejillas y las orejas. Si ocurre en el cuero cabelludo, es más probable que provoque la caída del cabello. Estas erupciones pueden durar años si no se tratan. La recurrencia y persistencia de esta enfermedad es angustiosa para muchos pacientes, pero ¿cuáles son las razones detrás de ella?
Las lesiones cutáneas del lupus eritematoso discoide aparecen inicialmente como manchas redondas de color rojo oscuro o rojo púrpura que luego se convierten en escamas blancas y adheridas.
Las lesiones cutáneas del DLE aparecen al principio como áreas duras redondas, planas o ligeramente elevadas. Con el tiempo, estas lesiones pueden experimentar ardor y picazón importantes, junto con cambios de color, y eventualmente pueden convertirse en cicatrices extensas. Cuando estas lesiones ocurren en pacientes con piel más oscura, el pigmento en el área central a menudo desaparece mientras que el pigmento circundante se profundiza.
Las lesiones cutáneas son más comunes en áreas expuestas al sol, especialmente en la cabeza y el cuello. Las áreas típicas incluyen el cuero cabelludo, el puente de la nariz, la parte superior de las mejillas, el labio inferior, las orejas y las manos. Alrededor del 24% de los pacientes también desarrollan lesiones en la boca (más comúnmente en el paladar), la nariz, los ojos o la vulva.
Cuando el DLE se produce en el cuero cabelludo, inicialmente aparece como un área roja, plana o ligeramente elevada, que luego puede provocar la caída del cabello y convertirse en cicatrices extensas. Estas lesiones a menudo se vuelven menos pigmentadas y más blancas.
Si la lesión está en los labios, suele ser de color gris o rojo, con engrosamiento de la piel superficial, conocido como hiperqueratosis, o un borde rojo rodeándola.
La exposición al sol es el principal desencadenante del sarpullido EDL. No se sabe si existe un componente genético claro, pero es posible que factores genéticos predispongan a algunas personas a la enfermedad.
Los expertos generalmente creen que el ELED es una enfermedad autoinmune porque se pueden observar anticuerpos en las biopsias de piel. Sin embargo, no se ha establecido la relación entre los anticuerpos y las lesiones del lupus discoide. Por lo tanto, la luz ultravioleta libera gradualmente sustancias en el núcleo celular después de dañar las células de la piel, lo que desencadena aún más una respuesta inflamatoria del sistema inmunológico.
Los médicos suelen realizar análisis de sangre para confirmar si un paciente tiene lupus sistémico (LES). El diagnóstico generalmente se confirma con una biopsia de piel. Los hallazgos típicos de la biopsia pueden incluir acumulación de depósitos de anticuerpos IgG e IgM en la unión epidérmica-dérmica.
Actualmente, los tratamientos para el DLE incluyen el uso de protector solar para evitar la luz solar directa y esteroides tópicos potentes recetados. Si no son eficaces, es posible que se necesiten antipalúdicos orales como la hidroxicloroquina. Los pacientes también pueden considerar tratamientos más innovadores, como el láser de colorante pulsado.
El LED es una enfermedad crónica y la erupción puede persistir durante años. Aunque el 50% de los pacientes se recuperan espontáneamente, desafortunadamente si hay signos de lupus sistémico, los pacientes pueden necesitar un tratamiento a largo plazo de sus síntomas.
Se desconoce la incidencia del LED, pero es dos o tres veces más común que el lupus sistémico. La enfermedad afecta principalmente a adultos jóvenes y mujeres, y las mujeres se ven afectadas aproximadamente el doble que los hombres.
El conocido músico Seal y el alguna vez famoso cantante Michael Jackson fueron diagnosticados con lupus discoide durante su vida, lo que no solo afectó su apariencia, sino que también afectó su carrera musical.
Al enfrentarnos al lupus eritematoso discoide, no podemos evitar preguntarnos: ¿hay más causas comunes y tratamientos aún no descubiertos esperando que los exploremos?