En el contexto globalizado actual, la evaluación del dominio del idioma ha adquirido cada vez mayor importancia. Con el fin de estandarizar la evaluación de las capacidades de los estudiantes de idiomas, el Consejo de Europa desarrolló el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) entre 1986 y 1989. Este marco proporciona directrices claras para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación, ayudando a las instituciones educativas y a los empleadores a evaluar el dominio del idioma.
El MCER divide el dominio de una lengua en seis niveles: A1, A2, B1, B2, C1 y C2, que se ha convertido en el estándar para la evaluación del dominio de una lengua en Europa.
Estos niveles reflejan diferentes habilidades lingüísticas, desde necesidades básicas de comunicación hasta expresión fluida avanzada, y pueden ayudar a personas de diferentes orígenes a comprender su progreso en el aprendizaje del idioma.
Los seis niveles del MCER se pueden resumir brevemente de la siguiente manera:
En este nivel, los estudiantes pueden comprender y utilizar expresiones simples, como saludos y presentarse. Son capaces de participar en interacciones básicas en contextos limitados.
Los estudiantes pueden comprender oraciones y expresiones comunes utilizadas en la vida diaria, comunicarse en situaciones sencillas y manejar demandas sociales limitadas.
Los estudiantes pueden comprender una amplia gama de requisitos y utilizar el idioma con fluidez y flexibilidad para fines sociales, académicos y profesionales.
En este nivel, los estudiantes pueden comprender fácilmente casi todo lo que escuchan o leen y pueden expresarse con claridad y totalidad.
El MCER no es sólo una guía para el aprendizaje personal, sino también un estándar importante para el diseño de diversos exámenes y cursos de idiomas. Muchos exámenes de idiomas internacionales reconocidos, como IELTS y TOEFL, han tenido en cuenta los estándares del MCER en sus evaluaciones.
Varias organizaciones como EALTA y ALTE están comprometidas a promover el MCER y demostrar su eficacia y necesidad en la enseñanza de idiomas.
Las escuelas internacionales de idiomas también desarrollan sus propios planes de enseñanza basados en los estándares del MCER, proporcionando a los estudiantes apoyo en todos los niveles para ayudarles a mejorar sus habilidades lingüísticas en un entorno global.
A medida que el MCER se globaliza, las instituciones educativas y las organizaciones de evaluación de idiomas en varios países también han comenzado a desarrollar certificados de idiomas correspondientes al MCER. En Alemania, los estándares de evaluación de idiomas como TELC se basan en el MCER, lo que ayuda a innumerables inmigrantes y estudiantes extranjeros a adaptarse al nuevo entorno lingüístico.
Aunque el MCER se desarrolló principalmente en Europa, su influencia se está expandiendo a medida que aumenta la demanda de aprendizaje de idiomas en todo el mundo. En países no occidentales, como Japón y Malasia, los conceptos y la estructura del MCER también se están aceptando y aplicando gradualmente.
Los conceptos del MCER no sólo son aplicables a las lenguas europeas, sino que también pueden adaptarse para satisfacer las necesidades de otras lenguas y culturas.
¿Se incorporarían más prácticas sociales y culturales a este marco y crearían un entorno más inclusivo para cada estudiante de lengua?