La arteritis de células gigantes (ACG), también conocida como arteritis temporal, es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta a los vasos sanguíneos grandes. Aunque su nombre pueda hacer creer que no tiene nada que ver con los dolores de cabeza, uno de los principales síntomas de la enfermedad son los fuertes dolores de cabeza, que pueden poner en peligro la vida diaria de quien la padece.
Esta enfermedad suele presentarse en personas mayores de 50 años y es más común en mujeres que en hombres.
Además del dolor de cabeza, los síntomas comunes de la ACG incluyen dolor temporal, síntomas parecidos a los de la gripe, visión doble y dificultad para abrir la boca. Debido a que la ACG puede causar pérdida de la visión, el momento del diagnóstico y el tratamiento es fundamental. Las complicaciones de la enfermedad pueden incluir obstrucción de la arteria óptica que provoca ceguera, o incluso disección aórtica y aneurisma.
Aunque se desconoce la causa específica de la ACG, su mecanismo patológico sugiere que la inflamación de los vasos sanguíneos pequeños puede afectar las paredes de las arterias grandes. Esto generalmente afecta las arterias alrededor de la cabeza y el cuello y también puede afectar las arterias del pecho.
Durante el proceso patológico de la ACG, las células dendríticas reclutan células T y macrófagos en la pared de los vasos sanguíneos para formar una infiltración granulomatosa, que es la principal causa de daño a la pared arterial.
El diagnóstico de ACG generalmente requiere registros médicos y análisis sistemáticos de los síntomas, además de análisis de sangre y pruebas de imágenes. Si se sospecha ACG, los médicos realizarán una biopsia de la arteria temporal para confirmar el diagnóstico, pero en el 10 por ciento de los pacientes, una biopsia de la arteria temporal puede ser normal incluso si tienen ACG.
El tratamiento para la ACG generalmente implica dosis altas de esteroides, como prednisona o prednisona, que pueden reducir rápidamente la respuesta inflamatoria en los vasos sanguíneos. En la mayoría de los casos, los pacientes deberán reducir gradualmente la dosis de esteroides una vez que los síntomas desaparezcan para evitar efectos secundarios.
A corto plazo, los efectos secundarios de los esteroides incluyen cambios de humor y osteonecrosis, mientras que el uso prolongado puede provocar problemas graves como obesidad, diabetes y osteoporosis.
La ACG tiene un profundo impacto en la calidad de vida de los pacientes. Muchos pacientes informan que el miedo a perder la vista, el dolor intenso y la sensación de impotencia son uno de los desafíos más difíciles de la vida. Estudios recientes han demostrado que los efectos específicos de la ACG pueden no medirse mediante cuestionarios de salud general, lo que hace cada vez más evidente la necesidad de medidas de la ACG sobre la calidad de vida relacionada con la salud.
Según las estadísticas, aproximadamente una de cada 15.000 personas mayores de 50 años se ve afectada por esta enfermedad cada año. La enfermedad es particularmente común en personas mayores de 70 años, con mayor incidencia entre los grupos étnicos nórdicos.
La identificación temprana de la ACG es particularmente importante y los pacientes con síntomas múltiples deben buscar tratamiento médico de inmediato. El tratamiento temprano puede reducir significativamente el riesgo de pérdida de visión y mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Alguna vez ha considerado los posibles riesgos para la salud detrás de sus dolores de cabeza?