La angina microvascular (AVM), anteriormente conocida como síndrome cardíaco X o disfunción microvascular coronaria (DMC), es un síntoma de dolor en el pecho generalmente asociado con una reducción del flujo sanguíneo al tejido cardíaco a pesar de que las arterias coronarias están normales. Esta afección provoca dolor cardíaco en muchos pacientes y a menudo es más difícil de diagnosticar y tratar en las mujeres debido a la falta de acceso a médicos especialistas.
La angina microvascular es una afección en la que los pacientes experimentan un dolor intenso en el pecho y está asociada con un riesgo relativamente alto de ataque cardíaco y otros problemas cardíacos.
Los pacientes suelen experimentar síntomas de insuficiencia miocárdica, como sensación de pesadez, opresión, presión o compresión en el pecho, que puede ir acompañada de sudoración, náuseas, dificultad para respirar y fatiga. Aunque la definición de angina microvascular aún no es adecuada, existe consenso general en que sus características incluyen las siguientes:
Se deben descartar otras causas de dolor torácico, incluidas la angina variante/espasmo de la arteria coronaria y el espasmo esofágico.
Causas de la angina microvascularLa angina microvascular no tiene una causa específica conocida, sino que es el resultado de una combinación de factores de riesgo. La comunidad médica cree que la enfermedad microvascular que provoca un flujo sanguíneo insuficiente y una mayor percepción del dolor es la causa principal de la afección. La disfunción microvascular implica anomalías en los pequeños vasos sanguíneos del corazón. El estrechamiento de estos pequeños vasos sanguíneos puede provocar una falta de oxígeno en áreas específicas del músculo cardíaco, lo que causa dolor en el pecho.
Algunos estudios sugieren que las personas con angina microvascular a menudo experimentan un dolor en el pecho más intenso que las personas que no padecen esta afección.
Los factores de riesgo que influyen en la angina microvascular incluyen obesidad abdominal, dislipidemia, hipertensión, resistencia a la insulina o intolerancia a la glucosa y estados procoagulantes o proinflamatorios. El riesgo para los ancianos y las mujeres es significativamente mayor que para los hombres, y el riesgo para aquellos con antecedentes familiares de enfermedad cardíaca es relativamente mayor.
Fisiopatología de la angina microvascularEsta condición generalmente se manifiesta por una serie de cambios estructurales y funcionales dentro de la microcirculación cardíaca, como disfunción endotelial, remodelación arteriolar microvascular y aumento de la resistencia microvascular. Estos cambios restringen el flujo sanguíneo, privando al músculo cardíaco de oxígeno, lo que puede causar dolor en el pecho. Aunque se han propuesto muchos mecanismos fisiológicos, todavía no hay evidencia que los respalde.
El diagnóstico de angina microvascular generalmente requiere la exclusión de otras posibles causas y se basa en el diagnóstico clínico, pruebas de esfuerzo adecuadas y angiografía coronaria. La resonancia magnética cardíaca también se puede utilizar para diagnosticar esta enfermedad y todavía se están realizando investigaciones al respecto. El diagnóstico requiere atención a si la función de los microvasos y las arterias coronarias más grandes es normal.
Tratamiento de la angina microvascularLa angina microvascular generalmente se trata con bloqueadores de los canales de calcio (p. ej., nifedipina y diltiazem), y los betabloqueantes se utilizan en algunos casos con precaución porque pueden empeorar el espasmo de la arteria coronaria. Otros medicamentos recetados incluyen amodipina, estrógeno, L-arginina y olanzapina, que alivian el dolor al mejorar el flujo sanguíneo al corazón.
ConclusiónLa angina microvascular es una enfermedad crónica a largo plazo. Los pacientes deben acudir al médico periódicamente para que les realicen los exámenes y el tratamiento necesarios para reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
La importancia de la angina microvascular en las mujeres aún necesita más estudios, pero es importante descartar otros síntomas de enfermedad cardíaca y recibir el tratamiento adecuado. Piénsalo, ¿prestas suficiente atención a tu propia salud cardíaca y a la de tu familia?