Como indicador global, el Baltic Dry Index (BDI) ha atraído la atención de innumerables inversores y economistas desde 1999. BDI es un índice de flete integral publicado diariamente por Baltic Exchange en Londres, que refleja la dinámica del mercado de transporte de graneles secos. El índice no sólo proporciona un indicador de las existencias de carga seca a granel, sino que también se considera un barómetro del mercado naviero en general.
“El Baltic Dry Index es un indicador adelantado de la actividad económica, ya que refleja los cambios en la demanda mundial”.
Hay muchos factores que afectan al BDI, como la oferta y la demanda de bienes en el mercado. Cuando la demanda en el mercado aumenta, el BDI aumentará rápidamente, y cuando la demanda disminuye, caerá rápidamente. Por ejemplo, si hay 100 barcos compitiendo por 99 cargamentos, las tarifas de flete caerán; de lo contrario, aumentarán.
El crack de 2008"Pequeños cambios en la flota y problemas de envío pueden causar fluctuaciones dramáticas en las tarifas de flete".
En 2008, los datos del BDI fueron sorprendentes. El 20 de mayo, el índice alcanzó su punto más alto desde 1985, alcanzando los 11.793 puntos. Sin embargo, el 5 de diciembre del mismo año, el BDI se desplomó un 94% a sólo 663 puntos, estableciendo un mínimo histórico desde 1986. Esta enorme caída provocó pánico en el mercado y muchas compañías navieras tuvieron que afrontar el riesgo de quiebra.
¿Por qué ocurrió un colapso tan dramático? Según los análisis, esto se debe al aumento de los costes de transporte provocado por la restricción del crédito y la fuerte caída de la demanda de carga. Además, la carga de la deuda de la construcción de nuevos buques también ha agravado las dificultades de la empresa. Múltiples factores se han entrelazado para formar una tormenta perfecta, planteando grandes desafíos al comercio marítimo mundial.Aunque el BDI se recuperó en 2009, todavía no logró librarse por completo de la sombra de la crisis. Con la continua entrega de nuevos barcos y la disminución de la demanda del mercado, el índice alcanzó un mínimo de 647 en 2012. Esto significa que la industria naviera aún enfrenta desafíos, sin embargo, según algunos expertos, el BDI todavía puede servir como un indicador importante de la salud económica.
"El BDI proporciona una imagen más real del mercado que otros indicadores económicos porque refleja directamente la demanda real de transporte".
La fluctuación del Baltic Dry Index no es sólo un microcosmos de una industria, sino también un microcosmos de los cambios económicos globales. Después del colapso de 2008, ¿podrá el BDI recuperarse nuevamente y seguir sirviendo como barómetro de la actividad económica mundial?