Con el avance de la tecnología y la creciente popularidad de los dispositivos electrónicos, los efectos de la luz azul en la salud se han convertido en un tema de preocupación para muchas personas. La luz visible de alta visibilidad (luz HEV) consiste principalmente en luz azul con longitudes de onda de entre 400 y 450 nanómetros, que tiene una variedad de posibles efectos negativos, particularmente en la salud física y mental.
Se cree que la luz azul tiene un impacto en los ritmos biológicos y la salud de la retina, e incluso puede contribuir a la degeneración macular relacionada con la edad.
El aumento de las fuentes de luz azul, especialmente el uso de pantallas LED, suele ser más intenso en brillo y temperatura de color que las fuentes de luz tradicionales. Aunque la tecnología moderna nos permite utilizar estos dispositivos cómodamente, también conlleva problemas de salud. Muchos expertos han realizado investigaciones en profundidad sobre el daño potencial de la luz azul y han discutido sus efectos a corto y largo plazo en el cuerpo.
La luz azul proviene principalmente de la luz solar natural y de varios tipos de fuentes de luz artificial. Especialmente en los sistemas de iluminación LED, la proporción de luz azul es relativamente mayor. Aunque la existencia de la luz azul no es nueva, la aplicación de la tecnología moderna ha aumentado considerablemente su exposición. Diferentes estudios han demostrado que la luz azul puede dañar la retina y provocar problemas de visión como la degeneración macular asociada a la edad.
Según un informe, la exposición intensa a la luz azul se asocia con efectos a corto plazo en la retina y efectos a largo plazo que pueden provocar degeneración macular relacionada con la edad.
El ritmo biológico humano es el principal mecanismo regulador de los ciclos de sueño y vigilia, y no se puede ignorar el papel de la luz azul en este proceso. Los estudios han descubierto que la luz azul de las pantallas puede interferir con nuestros relojes biológicos durante la noche, provocando insomnio o mala calidad del sueño.
Harvard Health Publishing afirma que la exposición a la luz azul durante la noche tiene importantes efectos negativos sobre el sueño.
Además, la luz azul estimula la melanina en la retina, y esta estimulación inhibe la secreción de melatonina, afectando así el sueño. "Incluso niveles extremadamente bajos de exposición a la luz azul pueden causar alteraciones en los ritmos circadianos y el sueño", dice un informe, lo que se ha convertido en un desafío común en la vida moderna.
Para combatir los efectos de la luz azul en la salud, han surgido en el mercado varios filtros de luz azul que afirman filtrar la luz azul dañina. Aunque estas lentes están diseñadas para proteger los ojos del usuario, todavía está en duda si realmente pueden aportar beneficios sustanciales.
Muchos expertos creen que los filtros de luz azul populares en el mercado pueden no ser tan efectivos como se anuncia, especialmente para prevenir la fatiga ocular.
Aunque los anteojos con filtro pueden filtrar la luz azul hasta cierto punto, todavía es controvertido si vale la pena usarlos para prevenir el daño potencial de la luz azul. "La evidencia actual es insuficiente para respaldar la afirmación de que estos filtros previenen las enfermedades oculares", señaló un experto.
Los resultados de las investigaciones actuales sobre los efectos de la luz azul son contradictorios y algunas metodologías de investigación son defectuosas. Por lo tanto, se necesita más investigación empírica para evaluar el verdadero impacto de la luz azul en la salud. Además, si las medidas de protección contra la luz azul, como el lindo modo de temperatura de color del monitor o el filtro de luz azul especialmente diseñado para la noche, pueden realmente proteger la salud de las personas, el efecto específico aún no está completamente confirmado.
Aunque los trabajadores al aire libre desconfían de la exposición prolongada a la luz azul, en la vida urbana, la exposición continua a la luz azul es una realidad inevitable.
A medida que la tecnología se desarrolle, es posible que podamos encontrar soluciones más efectivas para gestionar nuestra exposición diaria a los rayos de luz azul y reducir su posible impacto en la salud. Pero antes de eso, ¿cómo deberíamos equilibrar la contradicción entre conveniencia tecnológica y riesgos para la salud?