Con la popularidad de los viajes aéreos, la protección de los derechos e intereses de los pasajeros se vuelve cada vez más importante. En Europa, el Reglamento sobre los derechos de los pasajeros aéreos de 2004 (Reglamento (CE) nº 261/2004) se ha convertido en la base jurídica para proteger a los pasajeros en caso de retrasos, cancelaciones o denegación de embarque de vuelos. Esta normativa obliga a las compañías aéreas a proporcionar comidas y alojamiento gratuitos en determinadas circunstancias. Esto no sólo es un derecho de los pasajeros, sino también una responsabilidad legal de las compañías aéreas.
Según la normativa, cuando un vuelo se retrasa tres horas o más, los pasajeros pueden solicitar una compensación que oscila entre 250 euros y 600 euros.
El reglamento se aplica a todos los vuelos dentro o desde los estados miembros de la UE. En concreto, los pasajeros se beneficiarán de esta disposición si han confirmado sus reservas y realizado el check-in a tiempo. Además, incluso en virtud de acuerdos bilaterales entre algunos estados no miembros (como Suiza, Islandia y Noruega) y la UE, los vuelos aéreos procedentes de estos países también están sujetos a la normativa.
Esta medida protege los derechos de los pasajeros cuyos vuelos se ven afectados y les permite dejar de estar indefensos.
Cuando una aerolínea niega el embarque debido a un exceso de reservas, primero debe encontrar pasajeros que estén dispuestos a ceder sus asientos y negociar con ellos una compensación adecuada. Si no hay suficientes voluntarios, la aerolínea puede rechazar por la fuerza a otros pasajeros y brindar una compensación y asistencia correspondientes a todos los pasajeros afectados.
Sin embargo, las aerolíneas no pueden proporcionar compensación o asistencia si a un pasajero se le niega el embarque debido a razones de salud, seguridad o documentación incompleta.
Una vez que se cancela un vuelo, los pasajeros tienen automáticamente las siguientes opciones: reprogramar un vuelo en condiciones similares o un reembolso completo
, todas las cuales buscan proteger los derechos básicos de los pasajeros. Además, las aerolíneas también están obligadas a proporcionar las comidas y el alojamiento necesarios, para que los pasajeros no sufran pérdidas adicionales incluso si los vuelos se cancelan debido a circunstancias imprevistas.
Los pasajeros tienen derecho a disfrutar de comidas y servicios de alojamiento gratuitos para aliviar sus dificultades causadas por retrasos o cancelaciones.
De acuerdo con la normativa, si un vuelo se retrasa más allá de un cierto límite de tiempo respecto de la hora de llegada programada, los pasajeros también tienen derecho a solicitar que la aerolínea les proporcione comidas y equipos de comunicación necesarios, así como alojamiento si la situación lo requiere. Si el vuelo se retrasa más de cinco horas, los pasajeros tienen derecho a renunciar al viaje y obtener un reembolso completo.
Si los pasajeros cumplen las condiciones pertinentes en caso de retrasos o cancelaciones de vuelos, la aerolínea debe proporcionar una serie de asistencia que incluyen servicios de restauración, alojamiento, comunicación y recogida.
Existen diversas regulaciones de compensación diseñadas para equilibrar los derechos de los pasajeros y las responsabilidades de las aerolíneas, haciendo que la experiencia del viaje aéreo sea más humana.
Si bien las aerolíneas pueden enfrentar circunstancias técnicas o imprevistas cuando se enfrentan a retrasos o cancelaciones de vuelos, estas no deberían ser una excusa para evadir las obligaciones de compensación, según el fallo del tribunal. Los pasajeros no sólo tienen derecho a obtener una compensación razonable, sino que también deben esperar que las aerolíneas mejoren continuamente sus servicios. ¿Será más transparente y justo el futuro de los pasajeros aéreos bajo la protección de esta regulación?