La necrosis avascular (NAV) es una enfermedad en la que el tejido óseo muere debido a la interrupción del suministro de sangre. Esta condición suele presentarse en personas entre 30 y 50 años, especialmente en deportistas masculinos debido a la intensidad de sus actividades y la mayor incidencia de traumatismos. Este artículo explora los desafíos que enfrentan los atletas con osteonecrosis del fémur y revela los secretos de salud detrás de esta afección.
"Las posibles causas de osteonecrosis del fémur incluyen fracturas, dislocaciones de las articulaciones, abuso de alcohol y uso de altas dosis de esteroides".
Uno de los principales factores de riesgo de osteonecrosis del fémur es la lesión de la articulación, especialmente las fracturas y luxaciones que suelen producirse durante la práctica de deportes. Además, los efectos del uso prolongado de esteroides en los huesos ponen en riesgo a muchos atletas. La combinación de estos factores significa que muchos atletas pueden estar preparándose para futuros riesgos de salud en su búsqueda de la excelencia.
El deporte es una actividad de alta intensidad, lo que hace que los atletas sean más susceptibles a sufrir lesiones físicas. Según las estadísticas, hay aproximadamente 15.000 casos de AVN en los Estados Unidos cada año, y las carreras de muchos atletas conocidos han terminado abruptamente debido a esta enfermedad. Por ejemplo, al jugador de fútbol americano Bo Jackson, cuya carrera terminó con osteonecrosis femoral en 1991, se le diagnosticó haber perdido todo el cartílago de la articulación de la cadera cuando lo examinaron después de la lesión en el campo.
“La osteonecrosis del fémur es común entre los atletas porque deben soportar un estrés físico y una interacción tremendos”.
Los primeros síntomas de la osteonecrosis del fémur pueden no ser obvios y, con el tiempo, los pacientes pueden experimentar un dolor articular que aumenta progresivamente, lo que a menudo limita su capacidad de movimiento. Al hacer un diagnóstico, los médicos suelen utilizar radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para verificar el estado de los huesos. Estas pruebas pueden ayudar a confirmar si el tejido óseo ha sido dañado. En particular, las radiografías pueden parecer normales en las primeras etapas, pero a medida que la enfermedad avanza, las imágenes mostrarán áreas de la enfermedad.
Varios casos de deportistas han llamado la atención sobre la osteonecrosis del fémur. No sólo a Bo Jackson, sino también al mariscal de campo Brett Favre le diagnosticaron osteonecrosis durante un examen de rutina en 1992, aunque tuvo una carrera muy exitosa. Estas historias nos dicen que, si bien el fitness y el ejercicio pueden fortalecer el cuerpo, también conllevan riesgos potenciales.
Los tratamientos para la osteonecrosis del fémur incluyen medicamentos, cirugía y fisioterapia. En términos de cirugía, la más común es el reemplazo total de cadera (PTC). Aunque dicha cirugía puede mejorar la calidad de vida del paciente a largo plazo, también presenta problemas con un largo período de recuperación y una vida articular limitada. También se están considerando otros tratamientos, como la descompresión central.
"El tratamiento eficaz debe seleccionarse en función de la gravedad de la enfermedad y la edad del paciente."
Aunque la investigación actual sobre la necrosis femoral ha logrado algunos avances, aún se necesitan más datos clínicos para respaldar nuevos tratamientos. Por ejemplo, nuevas tecnologías como el trasplante de células de médula ósea aún se encuentran en etapa de investigación y pueden brindar nuevas esperanzas a los pacientes en el futuro.
Con la mejora de la concienciación sobre la salud deportiva, cómo los atletas pueden proteger mejor su salud ósea y evitar la necrosis femoral causada por el ejercicio excesivo se convertirá en una cuestión importante para su desarrollo a largo plazo. Entonces, ¿cómo equilibran los atletas la delicada relación entre rendimiento y salud?