G.C. Rodríguez Roca
Grupo México
Network
Latest external collaboration on country level. Dive into details by clicking on the dots.
Publication
Featured researches published by G.C. Rodríguez Roca.
Semergen - Medicina De Familia | 2013
F.J. Alonso Moreno; J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca; M.A. Prieto Díaz; J.A. Divisón Garrote; V. Barrios Alonso; C. Santos Altozano; M. Ferreiro Madueño; José R. Banegas; D. González-Segura Alsina
INTRODUCTION There is a need for more information on therapeutic inertia in blood pressure (BP) treatment. The purpose of this study was to determine the therapeutic behaviour and associated factors of Primary Care (PC) physicians on uncontrolled hypertensive patients. PATIENTS AND METHODS Cross-sectional multicentre study of patients with hypertension attending Spanish PC centres. Data was collected from patients (social-demographics, clinical status and treatment), as well as data from physicians (medical practice, background and therapeutic behaviour) were collected. Uncontrolled BP was considered when average BP values where ≥140/90mmHg. RESULTS A total of 12,961 patients (52.0% women) were included. The mean age was 66.3 (SD 11.4) years, and mean number of years from diagnosis of hypertension was 9.1 (6.7) years. Almost two-thirds (62.4%) of the patients were taking a combined blood pressure treatment, (44.2% with two drugs and 18.2% with three drugs, or more). An uncontrolled BP was observed in 38.9% (95% CI: 38.1-39.7) of patients. Treatment was changed by physicians in 41.8% (95% CI: 40.4-43.2) out of 5,036 uncontrolled patients. Adding another drug was the most frequent behaviour (55.6%). The physicians perception of good BP control in uncontrolled patients, together with the presence of combined blood pressure treatment, were the two variables most strongly associated with therapeutic inertia. CONCLUSIONS The Spanish PC Physician modified antihypertensive treatment in only 4 out of 10 uncontrolled patients. The physicians perception of good BP control was the variable most strongly associated with therapeutic inertia.
Atencion Primaria | 2005
J.A. Divisón Garrote; J.L. Llisterri Caro; J. Alonso Moreno; P. Beato Fernández; O. García Vallejo; S. Lou Arnal; T. Rama Martínez; G.C. Rodríguez Roca
Objetivo Conocer diferentes aparatos demedida de la presion arterial (PA) utilizados en atencion primaria (AP). Diseno Estudio transversal, multicentrico, con muestreo no probabilistico de seleccion de casos consecutivos. Emplazamiento Consultas de atencion primaria de todo el Estado. Participantes Pacientes hipertensos tratados > 18 anos de edad. Metodos Se hicieron 2 medidas consecutivas de PA y se anotaron los aparatos de medida utilizados. Resultados Participaron en el estudio 3.592 medicos de AP que midieron la PA en14.137 pacientes. En un 69,8% de los pacientes, la PA se midio con un esfigmomanometro de mercurio, en un16,5% con un aparato electronico, en un11,8% con un manometro aneroide y en un1,9% con mas de un metodo de medida. En el medio rural se utilizaron mas los aparatos electronicos y los manometros aneroides, observandose diferencias en las distintas comunidades autonomas de nuestro pais. Habia diferencias en los valores de PA segun el metodo de medida; la tercera medida la realizaron con mas frecuencia los medicos que empleaban aparatos electronicos y la utilizacion de los digitos 0 y 5 fue mayor cuando el metodo de medida no era un aparato electronico. Conclusiones En las consultas de AP se siguen utilizando preferentemente los esfigmomanometros de mercurio y tambienlos aparatos aneroides. Su utilizacionimplica sesgos importantes en el proceso demedicion: por ello, se deberia fomentar eluso de los aparatos electronicos para medirla PA.
Semergen - Medicina De Familia | 2009
J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca; F.J. Alonso Moreno; D. González-Segura Alsina; P. Beato Fernández; T. Rama Martínez; O. García Vallejo; E. Carrasco Carrasco; J. Polo García; A. Galgo Nafría
El proyecto PRESCAP presenta, hasta el momento, dos estudios transversales y multicentricos que se realizaron en los anos 2002 y 2006 con la misma metodologia y en poblaciones similares asistidas en Atencion Primaria (AP). Incluyeron pacientes ≥ 18 anos diagnosticados de hipertension arterial (HTA) de todo el territorio espanol que recibian tratamiento farmacologico antihipertensivo. El grado de control de la presion arterial (PA) que se ha encontrado en estas dos muestras, las mas amplias de las realizadas hasta ahora en nuestro pais, fue del 36,1% en 2002 y del 41,4% en 2006; estos porcentajes fueron respectivamente del 33,5% y 38,2% en los hipertensos de 65 o mas anos de edad, y del 9,1% y 15,1% en pacientes diabeticos. El 51,9% de los hipertensos presentaba riesgo cardiovascular (RCV) anadido alto o muy alto. El control de la PA disminuia conforme aumentaba el RCV: resultaba del 27,4% en los hipertensos que tenian RCV anadido alto y del 6,8% en los que mostraban RCV anadido muy alto. El medico de AP modifico el tratamiento de los hipertensos mal controlados en el 18,3% de los casos en 2002 y en el 30,4% en 2006. En el PRESCAP 2002 el 44,0% de los hipertensos recibia terapia combinada antihipertensiva y en el PRESCAP 2006 ese porcentaje ascendia al 55,6%. Aunque el control de la HTA ha mejorado ostensiblemente en Espana en los ultimos anos, el porcentaje de pacientes controlados optimamente sigue siendo todavia a todas luces deficitario, especialmente en la poblacion diabetica, en los hipertensos de mayor edad y en aquellos que tienen un RCV anadido alto o muy alto.
Semergen - Medicina De Familia | 2004
J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca; F.J. Alonso Moreno; L.M. Artigao Ródenas
La medida casual de la presion arterial (PA) en la consulta con esfigmomanometro de mercurio o aneroide ha sido la base para el conocimiento de la hipertension arterial y de sus consecuencias como factor de riesgo cardiovascular, asi como para establecer el diagnostico y conocer el grado de control conseguido con el tratamiento. A pesar de todo ello, es evidente que esta tecnica de medicion presenta limitaciones obvias derivadas de su poca capacidad para estimar las fluctuaciones de una variable que cambia continuamente. La validacion por grupos independientes de dispositivos automaticos o semiautomaticos de medida clinica de la PA es fundamental para los profesionales sanitarios y para el publico en general, debido a la importancia creciente que va a tener en un futuro cercano la utilizacion de estos aparatos en la practica clinica. Considerando que los protocolos existentes hasta hace poco tiempo eran demasiado complejos y faltos de uniformidad, las recientes recomendaciones de la Sociedad Europea de Hipertension aportan una simplificacion en el metodo y suponen un esfuerzo para facilitar la validacion de los nuevos aparatos o de los ya existentes por parte de los medicos de Atencion Primaria.
Semergen - Medicina De Familia | 2003
G.C. Rodríguez Roca; J. M. López Abuín
Las enfermedades cardiovasculares y, especialmente, sus complicaciones arterioescleróticas son la principal causa de mortalidad en los países desarrollados. Además, estas enfermedades causan frecuentes complicaciones y secuelas de gran impacto social y económico. Por todos es sabido que el máximo responsable de la aterogénesis es la hipercolesterolemia. En España, el 58% de la población española de 35 a 64 años tiene unos valores de colesterol total iguales o superiores a 200 mg/dl y el 18% iguales o superiores a 250 mg/dl. Esta prevalencia aumenta con la edad, llegando a ser del 64% en las personas mayores de 60 años. Además, el 18,6% de los hombres y el 6,1% de las mujeres con colesterolemias inferiores a 200 mg/dl poseen un colesterol HDL (las mujeres suelen tener alrededor de 10 mg/dl más que los hombres) inferior a 35 mg/dl. Por último, el 5%-10% de la población presenta valores elevados de triglicéridos (suelen coincidir con valores bajos de colesterol HDL), prevalencia que se eleva hasta el 20%-30% en los individuos diagnosticados de cardiopatía isquémica y hasta aproximadamente el 50% en los diabéticos1-3. La influencia de la dieta sobre la incidencia de las enfermedades cardiovasculares es indiscutible, aunque esta relación no esté todavía totalmente definida. Hace ya muchos años, investigadores de la Escuela de San Petersburgo demostraron que las dietas ricas en colesterol causan lesiones arteriales en animales de experimentación similares a las de la arterioesclerosis humana. Posteriormente, la relación entre el colesterol y la arterioesclerosis logró mayor consistencia al observarse durante la Segunda Guerra Mundial en países como Noruega una drástica reducción de la mortalidad coronaria al reducirse el gasto en alimentación por utilizarlo en la adquisición de recursos bélicos. Los grandes estudios poblacionales (Framingham, MRFIT, etc.) han demostrado que existe una asociación significativa con gran valor predictivo, entre la elevación persistente de la colesterolemia y la aparición de eventos cardiovasculares4. El efecto hipercolesterolemiante de las grasas saturadas se ha objetivado en importantes estudios, como el de los “Siete Países”5, en el que se evidenció al analizar múltiples factores dietéticos y socioculturales cuando habían transcurrido 25 años de su inicio, que el consumo de grasa total y saturada se relacionaba directamente con la colesterolemia media y la mortalidad cardiovascular de las distintas poblaciones estudiadas. Afortunadamente en España y en los países de la cuenca mediterránea, la relación existente entre los niveles medios de colesterol sérico y la génesis de cardiopatía isquémica es menor a la esperada, gracias a la denominada “paradoja francesa”, en la que indiscutiblemente intervienen nuestros hábitos higienicodietéticos6. La intervención sobre los factores de riesgo cardiovascular ha demostrado reducir la morbimortalidad cardiovascular, y la Atención Primaria está considerada como el marco ideal-más eficiente-para llevar a cabo cualquier programa de identificación y prevención de estos factores. Además, los estudios de prevención primaria y secundaria han demostrado reducir la mortalidad cardiovascular (coronaria y cerebrovascular) al disminuir los valores de colesterol con dieta únicamente (DART)7 y/o fármacos hipolipidemiantes, no observándose en diferentes estudios y metaanálisis incremento alguno de la mortalidad no cardiovascular con este descenso8-12. Según recomiendan las Sociedades Científicas, el tratamiento de la hipercolesterolemia se ha de iniciar indicando la dieta mediterránea13-15, la cual será el objetivo específico de este trabajo.
Semergen - Medicina De Familia | 2002
J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca; F.J. Alonso Moreno
560 SEMERGEN 2002;28(10):560-72 50 ciente deberán indicarse únicamente medidas no farmacológicas, o iniciar el tratamiento farmacológico. Los 6 principales subgrupos terapéuticos utilizados en el tratamiento de la HTA son los diuréticos, bloqueantes beta, calcioantagonistas, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARAII) y bloqueantes alfa. La decisión de tratar con uno u otro fármaco debe ser individualizada en el contexto del paciente y su enfermedad, siendo obligado valorar su repercusión orgánica, la presencia de otros FRCV y sus condiciones sociosanitarias. En este sentido, debe señalarse que hoy día se admite que el tratamiento de la HTA no debe dirigirse exclusivamente a reducir las cifras tensionales, sino que debe constituir una estrategia multifactorial en la que se consideren los diferentes mecanismos fisiopatológicos presentes en el llamado síndrome hipertensivo (tabla 1) para lograr un control adecuado y mantenido de la PA, constituyendo la estratificación del RCV y la tolerabilidad, aspectos cruciales a la hora de elegir el fármaco antihipertensivo. Sin embargo, a pesar de todas estas consideraciones comentadas anteriormente, sigue percibiéndose cierta polémica en nuestro país entre los médicos de Atención Primaria (AP) a la hora de seleccionar una u otra familia de
Journal of Hypertension | 2018
D. Rey Aldana; V. Pallarés Carratalá; G.C. Rodríguez Roca; T. Sánchez Ruiz; R. Arbeloa Cañizares; A. Francés Camus; L. García Matarín; V. Lasso Oria; M. Martí Liñares; F.J. Sanz García
Results: A statistically signifi cant negative correlation between uric acid levels and serum creatinine levels (r = –0.54, p < 0.001) and glomerular fi ltration rate (GFR) calculated by CKD-EPI (Chronic Kidney Disease Epidemiology Collaboration Equation) (r = –0,19, p < 0.01) was observed in the study population. Separation of patients according to uric acid levels in three groups (UA < 6, 6–8, > = 8 mg/dl), showed that patients with lower uric acid levels also had lower creatinine levels and higher GFR and vice versa.
Annals of the Rheumatic Diseases | 2017
M Herrero Barbero; S Gimenez; J Vergara; E I Lladό Viles; H Martinez; G.C. Rodríguez Roca; L Sánchez; Ja Muñoz Díaz; Jf Frias; A Castaño; Jj Díaz Jiménez; Ά de Cossío Rodríguez; R Belenguer; J. Vergés Milano; José Luis Llisterri
Background Osteoarthritis (OA) is the most prevalent joint disease and the leading cause of disability from 60 years onwards. In fact, 14,8% of the Spanish population has OA. This study aimed to analyze the indications and average doses prescribed in the treatment of knee osteoarthritis in Primary Care in Spain. Objectives This study aimed to analyze the comorbidity profile of men and women affected by symptomatic knee OA and the differences between genders in the perception of health status with regard to pain and loss of function due to their OA, quality of life and mental health. Methods The EMARTRO study was designed as an observational, multicenter, transversal study to compare probability of suffering a comorbidities based on presence of symptomatic knee OA visited by GPs. Sociodemographic, anthropometric, clinical parameters and clinical variables of interest were recorded. The probability of suffering comorbidities based on presence OA was estimated using the Odds Ratio estimation with conditioned logistic regression models. Depending on the variable, comparisons between groups were done using t-Student, Chi-square and Mann-Whitney. Results A total of 646 patients were included, 71% were women. Mean (SD) age was 67.9 (6.6) years. Patients were obese without gender differences, with a BMI of 30.4 (4.4) and 31.2 (5.5) (p=0.0651) in men and women, respectively. Men had a mean (SD) systolic blood pressure higher than women, 134.7 (15.0) vs 132.2 (14.5) mmHg (p=0.0453) and no differences were observed in diastolic pressure (p=0.5930). As regards to the concomitant pathologies, no increase was detected in the likelihood of suffering comorbidities linked to the gender [OR=0.607 (95% CI: 0.260–1.418) p=0.2490]. Men with OA were more likely to have angina pectoris [OR=4.493 (95% CI: 1.299–15.536) p=0.0176] and underwent coronary bypass [OR=3.706 (95% CI: 1.389–9.890) p=0089]. Osteoarthritic women elicited more pain in Huskissons VAS 62.8 (14.7) vs 66.8 (15.4) mm (p=0.0027) and worse function according to the Lequesne index 10.0 (4.9) vs 12.1 (4.7) (p<0.0001). In terms of quality of life according to the EuroQol, women presented worse quality of life in dimesion of mobility (p=0.0001) and in the dimensions of daily activities, pain/discomfort and anxiety/depression (p<0.0001). Finally, regarding mental health status, women had worse scores in the Goldberg scale to detect psychological disorders (p<0.0001) and more cases of anxiety and depression according to the HAD scale (p<0.0001). Conclusions The results of the present study indicate that women with osteoarthritis of the knee, despite having the same diagnosis and a similar comorbidity profile to men, have a worse perception of health status regarding the symptoms of their osteoarthritis, their quality of life and their mental health. Disclosure of Interest M. Herrero Barbero Employee of: Bioiberica, S. Gimenez: None declared, J. Vergara: None declared, E. Viles I Lladό Employee of: Bioiberica, H. Martinez Employee of: Bioiberica, G. Rodríguez Roca: None declared, L. Sánchez Employee of: Bioiberica, J. A. Díaz Muñoz: None declared, J. F. Frias: None declared, A. Castaño: None declared, J. J. Jiménez Díaz: None declared, Ά. Rodríguez de Cossío: None declared, R. Belenguer: None declared, J. Vergés Milano Consultant for: Bioiberica, Employee of: Bioiberica, J. L. Llisterri: None declared
Clinical Therapeutics | 2015
S. Giménez Basallote; J. Vergara Martín; J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca; J. Monfort Faure; F.J. de Abajo Iglesias; J. Rios Guillermo; L. Sánchez bellmunt; M. Herrero Barbero; J. Vergés Milano
August 2015 e113 Assessment of comorbidities in PAtients with symPtomAtic Knee osteoArthritis in sPAin: the emArtro study S. Gimenez Basallote; J. Vergara Martin; J.L. Llisterri Caro; G. Rodriguez Roca; J. Monfort Faure; F.J. de Abajo Iglesias; J. Rios Guillermo; L. Sanchez Bellmunt; M. Herrero Barbero; and J. Verges Milano Centro de Salud Limonar, Malaga, Spain; Centro de Salud Huercal de Almeria, Almeria, Spain; Centro de Salud Ingeniero Joaquin Benlloch, Valencia, Spain; Centro de Salud de la Puebla de Montalban, Toledo, Spain; Hospital del Mar, Barcelona, Spain; Hospital Universitario Principe de Asturias, Madrid, Spain; IDIBAPS, Hospital Clinic Barcelona, Barcelona, Spain; and Bioiberica, S.A., Barcelona, Spain Introduction: The primary outcome of the study is to assess the prevalence of comorbidities in symptomatic knee osteoarthritis (KOA) patients. Additionally, potential differentiating factors between KOA and non-osteoarthritic subjects will be assessed to detect a possible prognosis effect complementary to osteoarthritis. Here we present the protocol of the study that is being conducted at the moment. Material and Methods: It’s an observational, epidemiologic, multicenter, transversal study comparing comorbidities between subjects with and without KOA. The recruitment will be carried out by 65 investigators from different Spanish’s healthcare centers. 1150 subjects will be enrolled distributed in two groups: 575 KOA subjects selected and 575 sex and age-matched control subjects, without neither knee pain nor osteoarthritis. The results will be analyzed using descriptive statistics. Results: This study will provide new information about comorbidities in osteoarthritis which has become the leading cause of disability in the elderly and permanent disability caused by a rheumatic disease (RD) and one of the most frequent reasons for consultation. In other studies, it has been observed that the prevalence of comorbidities was significantly higher in osteoarthritis patients than controls (P < 0.0001) being hypertension, diabetes mellitus, chronic obstructive pulmonary disease, stroke and myocardial infarction the most prevalent osteoarthritis comorbidities. The ongoing study is in the follow-up period. Conclusions: Osteoarthritis is the most common RD, affecting 28% of those over 60 years, enduring pain, functional disability, decreased quality of life and causing significant social and economic burden. However, an important proportion of the economical costs of osteoarthritis compared to non-osteoarthritic population is due to an excessive use of sanitary resources which includes not only pharmacological treatment but also image and laboratory tests, management of treatment adverse reactions or rehabilitation and surgical interventions. The knowledge of comorbidities and concomitant medications in KOA patients will provide useful information to manage the disease more effectively and reduce its social and economic burden.
Semergen - Medicina De Familia | 2001
J.L. Llisterri Caro; G.C. Rodríguez Roca
Antecedentes personales – Colecistectomizada en el año 1980. – HTA esencial conocida desde hace 24 años. – Hipercolesterolemia conocida desde hace 14 años. – Artrosis lumbar diagnosticada hace 9 años con lumbalgias de repetición. – Hace un año acudió al servicio de urgencias de su hospital de referencia por sufrir un episodio de dolor precordial y sudación profusa mientras subía una escalera, que se catalogó como probable angina (cardiopatía hipertensiva). – Sigue tratamiento para su HTA con lisinopril, 20 mg, e hidroclorotiazida, 12,5 mg, en asociación fija (1-0-0), y ácido acetilsalicílico (AAS), 100 mg (0-1-0), y dinitrato de isosorbide, 20 mg (1-1-1), para su probable angina. – Presenta en las últimas visitas al centro de salud mal control de sus cifras de presión arterial (PA), con valores siempre superiores a 180/80 mmHg (en algunas ocasiones superiores a 200/80 mmHg).